ANIMALES AMENAZADOS
El comercio de especies
Hace ahora un año, se celebró una importante reunión para limitar el comercio de especies en peligro. La reunión de la Convención sobre Comercio de Especies Amenazadas, Cites, de Santiago de Chile, avanzó en la defensa de especies balleneras, tiburones, caballitos de mar, algunas tortugas, e incluso del árbol de caoba. Un total de 600 animales y 300 flores quedaron incluidos en el Apéndice I, mientras que 4.200 animales y 25.000 flores fueron insertados en el Apéndice II. Las especies del Apéndice I están excluidas de todo comercio y entre ellas figuran los grandes simios, algunos felinos como el tigre, aves como grullas y faisanes, las tortugas marinas, algunas variedades de cocodrilos y serpientes, cactus y orquídeas. El Apéndice II agrupa a las especies que pueden ser comerciadas bajo estrictas regulaciones y certificaciones de la Cites, e incluye a algunas especies de primates y felinos, aves de presa, loros, cocodrilos, serpientes y orquídeas. Pero la caza y el comercio clandestino sigue siendo un problema, y en las aduanas a veces se descubre esta actividad ilícita. El último anuario de Aduanas de España revela decomisos de 38 mamíferos, 201 reptiles y 111 aves. Entre los animales intervenidos por los agentes figuraron monos, panteras, cachorros de león, linces, serpientes pitón, cocodrilos, etc. Pero, por fortuna, van surgiendo iniciativas de defensa frente a estas lacras. Una de ellas es la que ha desarrollado el ecologista brasileño Dener Jose Giovanini para frenar el tráfico ilegal de animales en Brasil, merecedora del prestigioso premio Sasakawa 2002, que entrega cada año la ONU. Giovanini es el creador e impulsor de la Red Nacional para el Combate de Trafico de Especies Salvajes (RENCTAS), una organización activa que ha logrado con éxito frenar la exportación ilegal de animales en Brasil. «Esta actividad es el tercer tráfico ilegal más importante del mundo, después del de armas y drogas, con un volumen de negocio de 2.000 millones de dólares anuales», aseguró Giovanni, quien resaltó millones de animales, desde pericos y guacamayos, hasta monos y reptiles son comercializados ilegalmente en Brasil cada año, cubriendo la demanda de coleccionistas y laboratorios de todo el mundo.