Una larga lista de ganadores desde los orígenes de la codiciada estatuilla

|||| Lo hispano está ligado al Oscar desde su creación y también ahora, en su elaboración. A la historia de los Oscar han pasado José Ferrer, ganador del premio al mejor actor en 1951, Anthony Quinn, con dos Oscar al mejor actor de reparto, y Rita Moreno, la única iberoamericana ganadora de la estatuilla como mejor actriz secundaria por West Side Story (1961). En la entrega de los Oscar del 2004 será difícil igualar el éxito del año pasado, cuando Pedro Almodóvar se convirtió en el gran vencedor hispano al conseguir por Hable con ella un histórico Oscar al mejor guión original, tradicionalmente reservado a filmes en lengua inglesa. Almodóvar -que ya tenía un Oscar a la mejor película en habla no inglesa por Todo sobre mi madre (1999)- se convirtió así en el primer hispano en hacerse con un galardón como guionista. Junto a Almodóvar, la mexicana Salma Hayek también hizo historia al ser la primera actriz azteca en aspirar al Oscar a mejor actriz por Frida . No lo consiguió, pero su apuesta personal por llevar al celuloide, también como productora, la vida de la genial pintora mexicana recibió la recompensa de dos Oscar: mejor maquillaje y a la mejor banda sonora. En la historia de estos galardones tan sólo la mexicana Kathy Jurado había aspirado a un Oscar por Lanza rota (1954) pero fue en la categoría de mejor actriz secundaria, mientras que la brasileña Fernanda Montenegro se convirtió en la primera iberoamericana (es decir, contando también a Brasil) que logró aspirar al Oscar como mejor actriz por su trabajo en Estación Central , en 1999. Oscarizados La única actriz iberoamericana ganadora del Oscar fue la puertorriqueña Rita Moreno por su papel de Anita en West Side Story (1961), en la categoría de actriz de reparto. Por su parte, Benicio del Toro se unió en 2000 con su Oscar por Traffic a la selecta dinastía de hispanos premiados como actores con la estatuilla de Hollywood, en la que sólo figuran el legendario José Ferrer -curiosamente también nacido en Santurce, Puerto Rico, como Del Toro- y el mexicano Anthony Quinn. José Ferrer ganó el Oscar al mejor actor en 1951 por su impagable papel de Cyrano de Bergerac , mientras que Anthony Quinn se hizo merecedor de dos galardones de la Academia: en 1952 obtuvo el Oscar al mejor actor de reparto por su trabajo en Viva Zapata »y en 1956 repitió en esa categoría por su papel en la cinta El loco del pelo rojo . Desde entonces, sólo el español Javier Bardem se ha acercado a las mieles del Oscar, gracias a su papel del poeta cubano Reynaldo Arenas en Antes que anochezca , por el que fue candidato al Oscar como mejor actor en el 2001. En los apartados técnicos, imposible no recordar el trabajo del desaparecido director de fotografía Néstor Almendros, español nacionalizado cubano, que ganó la estatuilla en 1979 por su trabajo en Days of Heaven . Como película de habla no inglesa, además del Oscar para Almodóvar, hay que distinguir al cine argentino como pionero, al ganar la estatuilla en 1985 con la cinta La historia oficial , de Luis Puenzo, una de las primeras miradas cinematográficas sobre la dictadura que gobernó el país entre 1976 y 1983. También al cine español, que en la figura de José Luis Garci (en 1983 por Volver a empezar ) y Fernando Trueba (en 1994 con Belle Epoque ) consiguió sendos Oscar para el currículo iberoameriano. Es verdad que el gran Luis Buñuel había ganado un Oscar a la mejor película en habla no inglesa con El discreto encanto de la burguesía , pero se trató de una producción francesa. Será muy difícil que el cine iberoamericano repita una presencia semejante a la de 1999, cuando las películas Estación Central (Brasil), El abuelo (España) y Tango (Argentina) optaron al Oscar a mejor película extranjera, aunque finalmente fueron arrasadas por el huracán de La vida es bella , del italiano Roberto Begnini. En manos hispanas Curiosamente, lo hispano está ligado al Oscar desde su creación y también ahora, en su elaboración. El director artístico Cedric Gibbons, entonces esposo de la actriz mexicana Dolores del Río, fue el encargado de diseñar el famoso premio, aunque quien esculpió la estatuilla fue George Stanley, y se cuenta que el actor y director mexicano Emilio, Indio , Fernández, le sirvió de modelo. Hoy día, también son manos hispanas las que primero acarician las estatuillas, ya que una decena de trabajadores latinos son los encargados de elaborarlas en la empresa S.R. Owens, de Chicago. «Yo veo nacer cada estatuilla. En mis manos está que el trofeo salga perfecto antes de pasar a ser pulido y bañado en oro», explicó Anacleto Medina, que trabaja como supervisor en dicha empresa. Son necesarias 10 personas para hacer las estatuillas y unas 20 horas de trabajo por cada Oscar, «porque cada uno tiene que quedar perfecto o hay que fundirlo y volverlo a hacer», aseguró Medina. El proceso de manufactura consiste en hacer primero la estatuilla en plomo, pulirla y darle varios baños en níquel, plata y cobre, antes de sumergirla durante dos horas en oro líquido de 24 quilates.