Científicos, tecnológicos y empresariales en busca de destino

Las provincias se pueblan de parques, no en busca de sombra ni de pulmones verdes, sino a la caza del progreso gracias al motor tecnológico e investigador. Parques científicos, tecnológicos y empresariales, en sus distintos matices, olfateando compañías en busca de asentamiento e investigaciones en forma de rentabilidad. En León el Parque Científico, creado hace más de una década y con tres institutos que forman ya parte de la historia de la investigación en la Universidad, busca objetivos, financiación y ubicación más allá del errático vagar a que puede verse obligado ante la indefinición de logros a alcanzar. Inbiotec, Intoxcal y Enermitec forman un ambicioso trío de posibilidades y potencialidades, quién sabe hasta qué punto de realidades. A buen seguro que los cerebros que albergan darían mucho más de sí en caso de ser objeto de un poco más de atención. En el caso del parque tecnológico, antaño empresarial, antes aún de nuevo tecnológico, existen ya terrenos y denominaciones, pero faltan realidades. Ha habido, sí, compromisos, incluso con grandes compañías nacionales. Palabras, sueños y deseos. Ojalá algún día algo tangible. El futuro parque tecnológico de León debería especializarse en materias de biomedicina y biotecnología, cosa más que lógica si se tiene en cuenta no sólo el potencial futuro de estos campos, sino la brillante historia de un buen puñado de personajes y empresas leonesas en lo que hasta hace poco se denominaba farmacología, tanto humana como animal. |||| La Universidad de León tiene mucho que decir en este asunto, y mucho que aportar, en aquel principio tan manido de «revertir» a la sociedad el fruto de lo que se investiga en sus laboratorios. Pero Vegazana anda ahora en otras zarandajas. Las elecciones a rector están a la vuelta de la esquina, y nuevas caras se suman a la del actual, Ángel Penas, para optar a dirigir los destinos de la que en tiempos se llamó la primera empresa de la provincia. Llega la época de los hombres de números. Un economista, Enrique López, y un especialista en matemáticas, José Manuel Hermida, presentan sus bazas para sacar al campus de sus problemas y polémicas y llevar la vida universitaria leonesa a cotas más elevadas. Casi 17.000 personas tienen en sus manos el destino de esta institución, que no tiene sólo en el descenso poblacional uno de sus problemas más acuciantes. Mover un «monstruo» burocrático no se plantea como una misión sencilla.