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Desheredados del patrimonio

No están catalogados como patrimonio a proteger, pero forman parte del legado arquitectónico y vital de los entornos que les acogen. Patrimonio sin padrino, los edificios singulares cuentan ahora con un resquicio para arañar unos miles de euros

L. DE LA MATA

Publicado por
MARÍA JESÚS MUÑIZ | textos
León

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El legado patrimonial es uno de sus grandes atractivos y potenciales de León, pero también una de las grandes lacras de los presupuestos públicos. Conservar es caro, y a menudo poco rentable. El patrimonio es, la mayor parte de las veces, un pozo sin fondo para las inversiones públicas. El de la restauración es un capítulo que no se agota nunca, más bien suele añadir más y más edificaciones cuyas vigas apenas sostienen el peso de un pasado unas veces histórico, otras meramente sentimental. ¿Quién sentencia la diferencia? ¿Cuál es el patrimonio que hay que conservar? La declaración de un edificio como Bien de Interés Cultural (BIC) es el primer paso para colarse en la intreminable lista de piedras necesitadas de auxilio. Se entra a formar parte así del patrimonio rico, el que legalmente es necesario conservar, lo que no significa necesariamente que la riqueza se traduzca en las necesarias partidas presupuestarias. Pero ¿qué pasa con el patrimonio pobre? Si las administraciones ni siquiera llegan a remendar las grietas de aquellas que consideran joyas de su pasado y herencia para las generaciones futuras, no hay que indagar mucho para adivinar la situación de aquellas otras grietas a las que quienes guardan la llave de las arcas públicas ni siquieran pueden echar cuenta. Sin embargo, clasificada o no, buena parte de la herencia arquitectónica merece ser conservada. Para paliar en la medida de lo posible estas carencias del «patrimonio pobre» se han puesto en marcha programas como Arquitectura entre dos Milenios, Arquimilenios, que acaba de anunciar cuáles son los beneficiados de su tercer programa de ayudas. Dependiente de la Consejería de Fomento (que atiende las necesidades del patrimonio que no está clasificado ni es bien de interés cultural), el programa parcheará en la convocatoria de este año las maltrechas estructuras de once edificios en la provincia (103 en el conjunto de la comunidad). Este programa de conservación del patrimonio arquitectónico tiene también sus favoritos entre la intreminable lista de edificios singulares que jalonan cualquier esquina de Castilla y León. Aquellos que hunden sus raíces en el Camino de Santiago o la Vía de la Plata, los que están en espacios naturales privilegiados o pertenecen a ciudades Patrimonio de la Humanidad tienen preferencia. Hasta entre los menos favorecidos hay clases. Para acceder a estas ayudas los edificios no pueden estar catalocados como BIC, han de ser presentados al programa por las instituciones titulares y éstas se tienen que hacer cargo de darle un uso público y ocuparse de su mantenimiento una vez ejecutada la actuación. Una vez aprobado, la Junta se encarga de todo: redacción del proyecto, contratación de la obra,... Entre las obras recién aprobadas en la provincia está el antiguo apeadero de Bercianos del Real Camino, que incorpora una pequeña vivienda en la que habitaba el guarda. Con algo más de 170.000 de presupuesto, han comenzado las obras que pretenden mantener la imagen exterior del edificio, integrado en el entorno; mientras que en el interior se crearán las bases para atender nuevos usos, entre ellos exposiciones temporales. Pero el objetivo es tener un ciclo periódico de eventos que permitan mantener con vida el lugar. Un presupuestro similar, 166.000 euros, servirán para acondicionar la iglesia parroquial de Jiménez de Jamuz. El comienzo de las obras está pendiente de la conclusión del proyecto, que pretende mantener el estilo del siglo XVI. Los técnicos pretenden recuperar el trazado de la escalera exterior hacia la espadaña, con un pequeño balcón para poder voltear las campanas. El portal será demolido por completo y reconstruido con armadura de madera y pies de tubo de acero. Dentro de la iglesia, se eliminará la cubierta de fibrocemento y la estructura metálica, que serán sustituidas por madera y teja. También se revocarán las bóvedas y se restaurarán la carpintería de madera y las instalaciones de electricidad. La iglesia parrroquial de La Faba será otro de los edificios beneficiados en esta ronda de inversiones (que alcanza los 50 millones de euros en el conjunto de la comunidad); y que para este edificio ha presupuestado 48.000 euros. Las obras, actualmente en ejecución según la Consejería de Fomento, pretenden sanear este edificio que califican como atípico en la arquitectura religiosa tradicional, y que ha sufrido numerosas reformas a lo largo de los años. Las obras previstas pasan por el drenaje perimetral, la demolición y reconstrucción de la cubierta, el picado y la limpieza de los paramentos y la carpintería y la eliminación de la escalera de acceso al campanil, que será sustituida por otra metálica. La reforma se completará con mejoras en la electricidad y la pintura. Por su parte la iglesia de Santiago Millas, cuyo proyecto está en fase de redacción, contará con 133.000 euros para reparaciones que se centrarán en una cubierta muy degradada y un fallo de cimentación que está provocando grietas. Los técnicos han observado también daños en los paños de mampostería, retacados y cerrados con mortero de cemento gris. Las actuaciones previstas contemplan la reparación de la cubierta y limpieza de la mampostería, retacado de fisuras con lajas de piedra y grapas de acero y la reparación de la espadaña. En el interior el terrazo del suelo se sustituirá por madera. Otra de las iglesias que se beneficiarán de estas ayudas es la de Sigüeya, que ya fue reparada en parte en la anterior convocatoria de estas ayudas. En aquella ocasión se recuperó la cubierta y se corrgió el desplome del hastial; mientras que ahora se plantea la puesta en uso del edificio recuperando los paramentos exteriores e interiores y la espadaña. Además se reconstruirá el atrio y se nivelarán los solados; y el entorno se cubrirá con losa de pizarra. El tendejón de la orquesta se sustituirá por otro más integrado con la iglesia. Actualmente se está redactando el proyecto y aún no cuenta con dotación presupuestaria. En la misma situación se encuentra la ayuda que recibirá la iglesia de San Martín del Camino, con graves desperfectos en la cubierta y humedades producidas seguramente por el cementerio adosado. Las obras comenzarán con la sustitución de la teja y la corrección de humedades mediante un trasdosado de piedra y un tratamiento de mortero hidrófugo; y además se repintarán el interior y las fachadas. La iglesia de San Nicolás, en Villafranca del Bierzo, cuenta con 142.000 euros para las obras que ya están en ejecución, y que contemplan la recuperación del entablado de la cubierta, los encuentros de la espadaña y la linterna, la retirada de escombros sobre la bóveda, el tratamiento de la vegetación en los muros y los desprendimientos en las cornisas. También se sustituirán los canalones y las bajantes. Fuera ya del capítulo religioso, Arquimilenios ha concedido una ayuda de 800.000 euros (la más cuantiosa de la provincia hasta el momento) para la segunda fase de realización del eje monumental de Astorga, una «concatenación de espacios libres de uso público que enlazan los principales hitos monumentales de la ciudad». Se pretende reordenar la circulación y embellecer el entorno de la Catedral, Eduardo Castro, Obispo Alcolea, Santocildes y San Bartolomé. Casi un kilómetro de trazado. Otro de los entornos aún sin presupuestar es el de la calle Real de Molinaseca, que presenta problemas en las redes e instalaciones de abastecimiento y en la pavimentación, en muy deficiente estado. La calle Real de Molinaseca verá sustituidas sus redes de instalaciones e infraestructuras, que se adaptarán a la nueva normativa. Además se demolerá el pavimento, y se ejecutará uno nuevo sobre base de zahorras y hormigones, en granito. También se renovará el mobiliario urbano de esta parte del Camino de Santiago, y se actuará sobre las fachadas de los edificios. Los edificios cuya recuperación se incluye en el programa Arquimilenios forman parte de aquel legado arquitectónico que no está declarado Bien de Interés Cultural, y por tanto no puede acceder a las subvenciones de rehabilitación que se conceden desde Cultura

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