Diario de León
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|||| La Corona Mistérica es un conjunto de pinturas y vidrieras que adorna el ábside del altar mayor de la Catedral de La Almudena. «Escenas que resumen una fe de siglos», comenta el artista leonés, que declara haber tratado de conjugar tradición con modernidad. «Los contenidos se remontan a los tiempos anteriores al siglo XV, un momento en el que las iglesias cristianas y ortodoxas no estaban separadas por la teología y la estética». Pero la técnica la define como «completamente moderna. Ahí está la huella de Matisse, Braque, Picasso y tantos otros». Las pinturas están realizadas sobre un muro preparado con estuco romano, en el que los pigmentos penetran lentamente hasta que el colorido adquiere un gran efecto cromático. En el centro del presbiterio aparece el Pantocrator, y a los lados seis de los misterios más importantes de la vida de Cristo. A la izquirda, la vida terrenal: el bautismo, la transfiguración y la crucifixión. A la derecha, la resurrección, la ascensión y el Pentecostés. Argüello explica: «El punto de fuga no está en el fondo, como ocurre en el Renacimiento, sino que se sale fuera de la composición. Se sitúa en los ojos del espectador, porque lo que se quiere destacar no es el pasado, sino la vida futura que espera al creyente, la vida eterna». En la girola, encima de los siete paneles pictóricos, se sitúan siete vidrieras diseñadas también por el artista leonés. Realizadas en la isla veneciana de Murano, están engarzadas sin plomo y siguen una nueva técnica de cristal soplado unido con aluminio negro. La vidriera más grande, en el centro, tiene el nombre de María. A los lados, seis vidrieras en las que aparece grabado «palabra» en seis idiomas distintos: latín (verbum); hebreo (dobar), español (palabra), ruso (slovo), griego (logos) y siríaco (melaj). En la parte inferior del presbiterio, debajo de las pinturas, está la figura de Cristo resucitado, realizado con una técnica especial, grabada con ácido fluorhídrico sobre cristal placado. El símbolo del Camino Neocatecumenal plasmado en el corazón de la Catedral de Madrid.

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