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Modus... vivendi

Si, como propugna el rombo, los coches son «para vivirlos», el prototipo Modus, del que nacerá un futuro monovolumen compacto, se presume como una de las «vivencias» más sugestivas de los últimos tiempos en los catálogos de Renault.

Publicado por
JAVIER FERNÁNDEZ | texto
León

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Equivalente en tamaño al incombustible Clio, sus trazos exteriores podrían -y pueden- recordar al Twingo aunque, bien mirado, se sitúa un paso por delante de ambos en lo que a habitabilidad se refiere. Su longitud roza los 3,80 metros y 1,59 su altura, lo que acaba por garantizar una habitabilidad inédita para el segmento de militancia. Eso, por no hablar de las connotaciones estéticas de un modelo que parece beber en las fuentes estilísticas del Scénic... ahora que Renault acaba de lanzar las siete plazas en el susodicho monocuerpo del segmento medio. Aún más, el prototipo Modus muy bien podría avanzar los trazos que se conocerán en el «nuevo» Clio de 2005. Incluso su techo de cristal panorámico, además de algunas otras delicadezas (tapizados, recubrimientos interiores...) que podrían integrarse en la cadena de montaje para su producción en serie. Aunque quizá no sería prudente adelantar acontecimientos, que sin duda acabarán por producirse, el prototipo Modus resulta ser toda una primicia en el capítulo de habitabilidad -por versatilidad- desde el momento en el que nuestro protagonista puede presumir de un ingenioso sistema de deslizamiento de su banqueta trasera (algo que el fabricante ya ensayara hace años con el Twingo) capaz ella de «trasladarse» hasta 17 centímetros en sentido longitudinal y solidaria con una plaza central abatible que Renault bautiza «Triptic» que, según las necesidades puntuales, puede acoger a dos o tres pasajeros. Para realizar tal operación, basta con actuar sobre una empuñadura situada bajo el costado derecho de cada banqueta; se baja el cojín central y... ya está, ya se tiene dispuesto el tercer asiento. El sistema de doble apertura del portón es otra de las novedades del Modus, que puede abrirse de forma clásica o sólo su parte inferior. Además, integrado en el paragolpes trasero, se encuentra el sistema «Velofix», una fijación que permite transportar dos bicicletas de adultos con un peso de 30 kilos. Una vez desmontado el «Velofix», puede guardarse en el maletero, sea cuela fuera la posición de la banqueta trasera. El interiorismo es otra de las novedades del Modus. Su tapicería está decorada con una impresión topográfica de un paisaje en el propio tejido: la Tierra, con casas, se sitúa en las zonas inferiores del vehículo, mientras el cielo, con nubes, en las superiores. El techo traslúcido permitirá disfrutar de las nubes auténticas a los ocupantes del Modus. No sólo el conductor podrá disfrutar del salpicadero, también los demás ocupantes dispondrán de una completa visión del mismo. Redondeado y simple, con un concepto estilístico bastante alejado del que viene siendo habitual en una berlina clásica, el salpicadero está realizado en cuero y con materiales muy suaves al tacto y a la vista, con el gris y el negro como tonalidades predominantes. La parte inferior del mismo y los paneles de las puertas forrados en cuero gris claro crean, según el fabricante, «un ambiente de serenidad». Para la cofia y el pomo de la palanca de cambios, se opta por un cuero en tono gris medio. En el capítulo mecánico, el prototipo Modus se ha presentado con el motor 1.6 litros de gasolina (115 CV) aunque, como cabe suponer, cuando se produzca en serie dispondrá de otros propulsores que integran el abultado catálogo del rombo, fundamentalmente los que equipan al Clio.

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