Diario de León

Verduras naturales salteadas Lenguado menier Ossobuco al horno Soufflé helado

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León

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Modo de hacerlo: Se cuecen todas las verduras por separado. Del punto de cocción no hablaremos, pero se aprecia perfectamente cuándo están listas. En una sartén se pone un poco de aceite de oliva, y se añade el ajo y el jamón. Cuando estén doraditos agregamos las verduras, todas juntas. Este plato con todo lo sencillo que es, tiene gran demanda entre nuestros clientes, y nos lo solicitan tanto de primero, como de segundo o como de picoteo. Modo de hacerlo: Ni que decir tiene que hemos seleccionado el lenguado más hermoso que tenga el pescadero. Lo pelamos y lo pasamos por harina. Una vez hecho esto, lo pochamos un poco en la sartén. Ya mínimamente marcado, lo introducimos al horno en una fuente con ese mismo aceite y un poco de mantequilla. Cuándo veamos que se abre la carne, quiere decir que ya está listo. Simplemente nos queda ponerle un chorro de limón y presentarlo con un poco de perejil. Modo de hacerlo: Se le pide al carnicero que nos haga con unos buenos morcillos traseros de ternera con hueso de aproximadamente 1,500 Kg .Le diremos que nos los parta cada uno en dos partes. Ya en casa, vamos encendiendo al horno para que se caldee, y preparamos un fondo de verduras en la bandeja, cebolla, ajo, laurel, y un chorro de aceite. Le ponemos sal a la carne y la introducimos en el horno a 200 grados. En el horno van a estar por lo menos su buena hora y media, y para evitar que se puedan resecar les regaremos continuamente con una mezcla de vino blanco y cognac. Cuándo veamos que el fondo está ya hecho, se le añade un poco de agua. La carne, pues, ya está, es el momento de rematar la salsa. Cogemos ese fondo de verduras, que estará ya muy oscuro, y lo pasamos por el chino o pasapurés. Para ligar esa salsa le agregamos bien nata, bien mantequilla, bien maicena, eso ya al gusto de cada cual. Y ya tenemos el plato. De guarnición le pondremos unas patatas fritas y unos cubiletes de arroz blanco. Recordemos que los iniciados en este plato suelen decir que lo más rico es el tuétano que está dentro del hueso. Buen provecho. Modo de hacerlo: Se separan las yemas de las claras y se montan a punto de nieve. Cuando ya están montadas se les agregan 8 cucharadas soperas de azúcar y se mezcla bien. Entonces le añadimos las yemas. Sobre una bandeja metálica se monta la base de bizcocho, o galletas si se quiere simplificar. Sobre dicha base se pone el helado y se recubre con el merengue. Se espolvorea con azúcar y se introduce en el horno (que previamente se habrá puesto a calentar a plena potencia). Una vez en el horno, no hay un tiempo, si no que será la vista la que nos indique cuando está listo (el merengue blanco se ha de tornar dorado). Cuando lo presentemos al comensal (que será nada más retirarlo del horno), lo rociamos con el ron y le prendemos fuego, o lo que es lo mismo, lo flambeamos. Este es el postre que más aceptación tiene entre nuestra clientela, y la verdad es que es muy espectacular.

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