En bicicleta por los castaños de Toral de los Vados

Los alrededores de Toral de los Vados son un lugar ideal para realizar pequeños paseos, ya sean a pie o en bicicleta. Aunque eso sí, debido a que gran parte de estas rutas transcurren entre castaños, resulta aconsejable realizar el recorrido en primavera o verano, dado que en estas dos estaciones es posible disfrutar de un paisaje si cabe más bello de lo habitual, al exhibirse éstos en todo su esplendor. En este caso, la ruta propuesta para los amantes de la bicicleta consta de unos 15 kilómetros, con una cota mínima de 430 metros y máxima de 640, que generan un nivel de dificultad medio, ya que es posible concluir el trayecto en hora y media a un ritmo más que tranquilo. Esta Ruta entre Castaños parte de la Plaza de la Estación de Toral, donde se toma la calle principal hasta el cruce en el que se gira hacia la carretera de la cantera, apenas 300 metros después de haber iniciado el recorrido. Así, siguiendo esa calle, y tras pasar por debajo del puente de la Nacional 120, se cruza el existente sobre el río Burbia. Nada más cruzarlo, hay que girar a la derecha, dejando así a la izquierda la pista ascendente que conduce a la cantera. Aunque la senda seleccionada también comenzará a endurecerse en breve. Tras pasar por debajo de una estructura metálica se llega a un pequeño descanso en la subida, donde hay que desviarse hacia la derecha, tomando el camino que, después de unas cuantas rampas más, conduce al convento Cabeza de Alba, actualmente de carácter privado. Una vez allí, se sigue la senda situada a la derecha, que bordea el convento, hasta llegar a una casa que marca el inicio del descenso. Bajada que desemboca en una bifurcación en la que se debe tomar el camino de la derecha, en el que se continua el descenso entre castaños, por un paraje de enorme belleza que merece la pena ser contemplado con todo detenimiento. Más adelante se llega a una zona en la que el camino tiene agua, de donde sale una senda hacia la izquierda que sirve como punto de referencia, puesto que hay que continuar por el camino ascendente durante unos 100 metros, tras los cuales se alcanza una zona de llano y su posterior bajada que desemboca en una carretera asfaltada, que indica la proximidad de Corullón. Paso por Horta y Otero Aquí es necesario girar a la derecha, para seguir descendiendo, cruzar nuevamente el río Burbia y llegar a Horta (kilómetro 8 del recorrido). La primera casa que se observa a la derecha de esta localidad es su escuela. Una dato importante, ya que en ella hay que girar una vez más a la derecha, concretamente por el camino que bordea el río. En esta zona comienza otro tramo de ascenso hasta Otero, en cuyo transcurso es posible contemplar la presa del Pelgo. De este modo se llega a una carretera asfaltada en la que se gira hacia la derecha, dejando el cementerio a la izquierda (kilómetro 13 de la ruta) y pudiendo contemplar un hermosa y centenaria encina. La siguiente referencia son unos pinos situados a la izquierda de la carretera y una torre de conducción eléctrica, donde hay que tomar el camino que sale hacia la izquierda. Poco después comienza un pronunciado descenso hasta la carretera de Toral de los Vados, previo paso por una zona de viñas. Una vez en el asfalto, se gira a la derecha, de tal forma que sólo hace falta seguir recto para alcanzar la Plaza de la Estación, en la que se inició el recorrido.