Por la boca siempre muere el pez

Estoy en el candelabro» es un libro de humor con un fondo serio, en el que el periodista Rafael Martínez Simancas ha seleccionado frases que son verdaderas perlas pronunciadas por algunas de las más conocidas boquitas de piñón del panorama nacional e internacional. El muestrario es amplio y hay donde escoger. Algunas tienen mucho tirón, y no hay forma de quitártelas de encima. Otras son, sencillamente, verdaderos disparates. Es como un museo de los errores, en el que se sustituye la voz por la coz. El autor de la obra puntualiza que en ningún caso ha pretendido molestar o zaherir a nadie. «No me río ­-dice- de los personajes, porque creo que cualquiera puede caer en ese tipo de frases y mucho más los que estamos en medios de comunicación. Es un peligroso oficio de alto riesgo». Lo que pasa es que hay gente que más que utilizar el lenguaje, lo que hace es apuñalarlo por la espalda. «Acierta cuando se equivoca», agrega. Los toreros y Vargas Llosa Sofia Mazagatos es una gran pensadora de esta cultura del error y tiene en el libro dos pinceladas de su nivel intelectual: «Me gustan los toreros que están en el candelabro» y «Me encanta como escribe Vargas Llosa. No he leído nada de él pero le sigo». Si la primera es discutible, porque en un sentido lingüístico candelabro puede ser candelero, aunque ella no lo sabe; la segunda es la demostración de la cultura del aeropuerto. La modelo ve el libro de Vargas Llosa, no lo lee, pero le sigue, en Milán, en Roma... Es lo bueno de viajar. Incidentes geográficos Una de las manifestaciones más gloriosas tiene como protagonista a Raquel Mosquera cuando de regreso de su luna de miel con Pedro Carrasco explica que «hemos estado en Roma, Venecia y otras islas griegas». Si Raquel pensaba que Roma era una isla, pues... vale. No hay que llevar nunca la contraria a los enamorados. Sólo se trata de geografía del error. El amigo americano Hay lapsus que pueden ser avisos del subconsciente al adelantar una posibilidad política, o simplemente un reflejo de la capacidad neuronal de sus autores. El gobernador de Florida y hermano del pesidente de los EE. UU., Jeff Bush, expresó, sin inmutarse su «gratitud al presidente de la República de España: José María Aznar». Sobran las palabras. Más difícil todavía «Éste es un gran día para Francia», afirmó Richard Nixon en el funeral de De Gaulle. Es una frase tan escueta como desafortunada. El entonces presidente de los Estados Unidos sólo pretendía quedar bien con la opinión pública francesa y lo que consiguió fue equivocarse de una forma lastimosa. Menos mal que no echaron la culpa al intérprete. Peor que el tabaco Si hay algo peor que el tabaco es que Brooke Shields avise de sus riesgos. Su advertencia de «fumar mata y si te mueres has perdido una parte muy importante de tu vida», es complicada de justificar. Rafael Simancas cree que la protagonista de El lago azul se debió golpear con una piedra del fondo del estanque y de ahí le vienen cortocircuitos cerebrales. ¿Sara... qué? Tampoco tiene desperdicio la frase que le atribuyen a Esperanza Aguirre, entonces ministra de Cultura: «No he leído a Sara Mago». Ella lo niega, pero los micrófonos de una emisora de radio, según Simancas, son más creíbles. De todos modos, creer que Saramago puede ser la prima de Sara Montiel tiene su encanto. Helicópteros como moscas En qué estaría pensando el redactor de una revista del corazón al afirmar en portada que «como un español más, el rey don Juan Carlos fue al fútbol pilotando su propio helicóptero». El gazapo se remonta a la final de la copa del Rey, en 1993. Hey, soy Julio El incombustible Julio Iglesias también tiene su hueco en esta galería de disparates. «A los españoles os veo mejor comidos y más guapos». Parece el comentario de un indiano rico que viene a pasar la tarde con su familia y se da cuenta que han prosperado un poco, porque los niños son más grandes que los padres. Mucho ajo Y entre las frases ofensivas figura una de Victoria Adams, esposa de Beckham. En tono despectivo aseguró que «España huele a ajo». Simancas la califica de pija de cuento, que pertenece a la familia de los futbolistas, que viven alejados de la realidad. Niño en bocadillo La maternidad ha agudizado la imaginación de Mar Flores. Su afirmación de «mi hijo viene con un brazo debajo del pan» recuerda la posibilidad del nacimiento de un niño bocadillo o que la ciencia haya creado ya embriones empanados. Su amistad con Mazagatos es comprensible y sus «redecillas» posteriores también.