Cuerpos perfectos a base de bisturí

Mamá, por mi cumple quiero una operación de pecho». Puede sonar a broma, pero frases como ésta empiezan a ser habituales entre las adolescentes de Estados Unidos. Y en España no tardarán en oírse. En este país, se realizaron durante 2003 alrededor de 300.000 intervenciones de cirugía, según los datos que maneja el doctor Manuel Sánchez Nebreda, director de la Sociedad Española de Cirugía Plástica y Reparadora. Si hace diez años estas operaciones quedaban reservadas para los bolsillos o excentricidades de famosos como Michael Jackson o Cher, ahora cualquiera puede mejorar la parte de su cuerpo que desee a través del quirófano. El que más y el que menos se apunta a esta tendencia para suplir, a través de la ciencia, lo que la naturaleza le ha negado. Las cifras lo demuestran, ya que en el último año el número de operaciones ha crecido un 15%. A esta subida, se le une una oferta cada vez más amplia. Después de las ya manidas rinoplastias, liposucciones o liftings, la última novedad es una nueva técnica que emplea una clínica zaragozana para acabar con los rubores faciales. Por si esto fuera poco, el mercado de la cirugía se ha extendido también a los hombres, que ya no son una excepción a la hora del cuidado de la imagen. El varón metrosexual no se rinde a su aspecto y también recurre al bisturí para hacer su cuerpo más atractivo. En total, representan un 20% de las operaciones. Sin embargo, hay diferencias entre sexos a la hora de escoger el tipo de intervenciones. Entre las preferencias masculinas están los injertos de pelo, las liposucciones en el abdomen y la cirugía en la nariz. Mientras, las mujeres se decantan por modelar su pecho, quitarse algunos kilos de más y decir adiós a las arrugas. En China van más lejos. Allí la cirugía estética no es sólo un método narcisista para conseguir cuerpos perfectos. Las mujeres chinas consideran que operaciones como la de doble párpado (para agrandar los ojos y hacerlos más parecidos a los occidentales) son indispensables para encontrar un buen trabajo o marido. La fiebre de la cirugía es tal que se han puesto de moda programas y concursos cuyo premio son operaciones de estética. Una práctica que también se lleva en EE.UU. o en Alemania. La democratización de la cirugía ha llegado. Los riesgos Un informe de la Asociación Norteamericana de Cirugía Plástica y Reparadora (ASAPS) revela que una de cada 5.000 liposucciones llevadas a cabo en Estados Unidos durante los últimos cuatro años han terminado con la vida del paciente. Las intervenciones de cirugía estética cuentan con los mismos riesgos que el resto a las que los pacientes se someten cotidianamente. La cirugía y la anestesia, ya sea local, regional o general, puede conllevar alergias, problemas cardiocirculatorios, hemorragias, infecciones de tejidos... Sin embargo, según la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, el porcentaje de complicaciones generales en cirugía plástica es muy reducido por tratarse de intervenciones que en la mayoría de casos no es intracavitaria, es decir, craneal, torácica o abdominal y porqué se utiliza una anestesia menos profunda. Además el hecho de que esta clase de operaciones suelen darse por razones voluntarias, por el único deseo de cambiar alguna parte del cuerpo, los pacientes que se enfrentan a ellas suelen gozar de buena salud, razón de más para que el porcentaje de riesgo sea menor. La liposucción se ha convertido en la operación de cirugía estética más practicada en Estados Unidos, donde se realizan alrededor de una media de 200.000 intervenciones de este tipo cada año.