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La lucha entre políticos y religiosos por los mercados

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León

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|||| La historia de los mercados en León es la historia de la lucha entre el poder político y el eclesiástico, que se recrudece aún más en las fechas que rodean la construcción de la nueva plaza. Ya en el Fuero del 1020 se conceden las funciones fiscalizadoras del comercio a la Iglesia y el Concejo, según recuerda José Luis Martín Galindo en La ciudad de León en el siglo XVIII; y desde entonces los enfrentamientos entre ambas instituciones son constantes. El poder político lucha por organizar la economía y el comercio de la ciudad, obteniendo prebendas para las ferias leonesas, que se celebran en San Juan en junio y en Todos los Santos. En el siglo XVIII se une la de San Andrés. La Casa de las Carnicerías, el Peso de la Harina, la Casa de las Panaderías,... son instituciones que se crean con la intención de controlar el comercio y los precios, pero también para garantizar el abastecimiento de la ciudad. El enfrentamiento entre Iglesia y Concejo se recrudeció a raíz de la construcción de la Plaza de Regla, y el intento de los canónigos de atraerse la presencia de la mayor parte de los comerciantes. Estaba en juego el control del abastecimiento de la ciudad (y por tanto el cobro de los correspondientes impuestos). Para construir esta plaza el Cabildo tuvo que derribar una gran casa de su propiedad, («donde moraba Gutierre González Quirós, arcediano de Saldaña»); y otras más pequeñas a los lados, donde se ubicaban tiendas y boticas. Para atraer a los comerciantes y buhoneros, los canónigos acudieron a maniobras tales como pagar más caras las mercancías, de lo que se quejaron con frecuencia el resto de los ciudadanos. El Ayuntamiento intentó arrebatarles algunas de las actividades que se desarrollaban en este foro, como la venta de leña, argumentando razones de higiene (porque los animales de transporte ensuciaban la plaza). También intentó quitarles el comercio del pescado. Los pleitos fueron constantes, y las limitaciones del poder político para hacer frente a la Plaza de Regla, un condicionante que empujó a la construcción de la Plaza Nueva.