Diario de León

GEOMÉTRICOS LA FECHA

La comodidad urbana Un encuentro afortunado

Martín Galindo, «La ciudad de León en el siglo XVIII»

Martín Galindo, «La ciudad de León en el siglo XVIII»

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

|||| La construcción de la Plaza Mayor respondea un nuevo concepto urbano que comenzó a abrirse paso en los últimos tiempos medievales y que no llegó a su culminación hasta la ciudad barroca; concepto basado en los trazados geométricos y regulares para calles y plazas. Una iedea presidida por la belleza y la comodidad urbana. Está vinculada también al gusto por las festividades, amenazadas con justas y otros espectáculos que requerían un espacio urbano adecuado. La plaza se convertía así en centro cívico, comercial y de ocio, que llevó a las principales ciudades de la época a construir un espacio de este tipo. La de León es una de las más completas, y una de las pocas que se terminaron. Pero había otros motivos para construir la Plaza Mayor en sustitución de la Vieja. El siglo XVII es una época crítica para León, con una demografía débil y una economía en quiebra, poco inclinada a la construcción de grandes obras por simple utilidad pública. ¿Qué llevó entonces a construir esta obra emblemática? Quizá el afán de prestigio, el deseo de los políticos de consolidar la superioridad de la ciudad de León tanto frente a las demás villas y ciudades del Reino como frente a los poderes eclesiásticos. León se reivindicaba con esta obra como cabeza prestigiosa del Reino, y recuperaba los espectáculos que el Cabildo organizaba en la Plaza de Regla desde el siglo XV. Deducciones de investigadores, porque la documentación existente no permite aventurar si hubo voluntad de construir la plaza, o su relación con el incendio. |||| «Recientemente, buscando en el Archivo Histórico Provincial datos sobre médicos en un protocolo notarial, tuve la suerte de topar con el célebre incendio que sucedió el 6 de febrero de 1654. Como era de sospechar, el Regimiento de León estaba tan preparado para el caso que ya el 16 de febrero compró los solares de cinco casas que pertenecían a la Cofradía de San Martín en diez mil reales que pagaron el el acto. Y además el deseo de la ciudad de hacer una gran plaza era público y notorio, y hasta la citada cofradía tenía perfectamente claro de qué forma iba a invertir el dinero de la expropiación. La finalidad de la plaza era no sólo la de mejorar el comercio de León, sino para que el Ayuntamiento tuviera un espacio propio ya que la Plaza de Regla dependía casi totalmente del Cabildo catedralicio y habían existido rifirrafes mayores entre ambas entidades cuando se trataba de correr unas lanzas o de celebrar las tradicionales corridas de toros del mes de agosto». José Fernández Arienza lleva años recabando datos sobre médicos leoneses y sobre la historia de la medicina provincial, una tarea que ha visto sus frutos en la publicación de varios libros, y que tendrá continuidad en el futuro. Rebuscando en los legajos que guardan los archivos locales, se encontró con la fecha exacta de un acontecimiento que ha sido largamente investigado. «Dolores Campos Sánchez-Bordona y Luisa Pereiras hicieron un espléndido trabajo de investigación, deducción e interpretación que nos permite conocer perfectamente el proceso de construcción de tan importante espacio urbano. En él explican que no pudieron datar el incendio en los libros de actas del Archivo Histórico Municipal de León en los que existen en esas fechas sospechosos vacíos», señala el médico y escritor, quien tras reiterar su admiración por la labor de las investigadoras destaca la casualidad de su hallazgo. «Ya ellas explican que es asombroso que las compras de los solares de las casas quemadas comiencen en octubre, demasiado pronto para unas arcas municipales vacías; por lo que intuyen que el incendio fue intencionado». En realidad, según el documento hallado, las indemnizaciones comenzaron a pagarse apenas diez días después del incendio, en el mismo mes de febrero. Fernández Arienza apunta también la desidia en los libros de actas del Ayuntamiento de León en el siglo XVII, con escribanos poco formados que hacen que los legajos sean no sólo prácticamente ilegibles, sino contagiados de una desidia y desorden que entre 1630 y 1660 es enorme. Una dificultad añadida para estudiar el incendio.

tracking