Diario de León

EL RÁNKING DE LAS EXCLUSIVAS

De un millón por una boda a 4.000 euros por una tertulia

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|||| La venta de exclusivas no es de ahora. Siempre ha existido un comprensible interés por la vida de las figuras de la música, el toreo, el cine o la canción, por la gente rica y famosa, por la nobleza, pero antes del nacimiento de la telebasura no se traspasaban casi nunca los límites del buen gusto y el pudor. Las estrellas, es cierto, vendían sus bodas, el nacimiento de sus hijos o sus divorcios a la prensa rosa, que les daba un tratamiento más o menos contenido, dependiendo de la calidad de las revistas. El ejemplo de calidad era y sigue siendo Hola. Lola Flores fue el paradigma de artista que lo vendía todo. Esa tradición se mantiene. Lo que ha cambiado es que ahora, como es lógico, se cobra mucho más. Así, Normal Duval se llevó 240.000 euros (40 millones de las antiguas pesetas) por contar su separación y su supuesto embarazo de José Frade. Pero fueron Jesulín y María José Campanario los que batieron el récord al ganar un millón de euros por la exclusiva de su boda y su embarazo. El precedente de «Tómbola» Desde que nació Tómbola en marzo del 97, en el Canal 9 de Valencia, ya no se cobra sólo por esas primicias. Sobre todo, se abonan importantes cantidades -que dependen del caché de quién lo cuenta y del morbo de lo que se compromete por contrato a decir- por desvelar intimidades propias o echar basura sobre los demás. Ese espacio supuso una revolución en el mundo rosa. La hija de Julio Iglesias e Isabel Preysler, Chábeli, inauguró esa nueva fórmula y cobró 42.000 euros por acudir al primer espacio, en el que abandonó el plató muy enfadada. El escándalo se pagaba a medio millón de los de antes (3.000 euros). Ahora ya se ganan 12.000 en Salsa Rosa. Carmina Ordóñez era la dueña del cotarro. Sus rondas por todas las televisiones le reportaban dinero suficiente para pagar sus aficiones y adicciones durante un tiempo. Para hacerse una idea de lo que ganó basta decir que se embolsó 30.000 euros por contar su relación con su ex marido Ernesto Neyra en Crónicas Marcianas. Se dice que cobraba 240.000 euros por temporada en Tele 5. Una de sus discícuplas más aventajadas ha sido Belén Esteban, una chica de barrio y modales ordinarios que ha explotado hasta la extenuación su relación con Jesulín y sus desencuentros con Ambiciones. Ha llegado a cobrar hasta 240.000 euros. Otro negocio rentable es obtener un elevado sueldo por criticar a los que cobran por difundir intimidades, ya sean verdaderas o falsas. La participación en las múltiples tertulias se ha convertido en un negocio. Las hay de varios tipos, más civilizadas y abiertamente desmadradas. En estas últimas hay que ser agresivo, representar un papel predeterminado de antemano para avivar la polémica, sacar los mayores trapos sucios posibles de los demás, ser grosero, displiciente, montar bronca e insultar. Por un lado están los periodistas del corazón, que proliferan como nunca y que han encontrado un filón de oro. Algunos no han tenido rubor en ser los auténticos protagonistas del espectáculo. Otros han mantenido en la medida de lo posible su profesionalidad. Junto a ellos, los que se han hecho famosos por casarse con la hija de la mejor tonadillera del país (el ex guardia civil Antonio David Flores); por haberse emparejado con Ana Obregón, acostado con Mar Flores y haber mostrado su sexo (Lecquio); o por haber desposado a Carmina (Neyra). De personajes han pasado a comentaristas. Lecquio y Antonio David cobran en torno a los 4.000 euros por aparición nocturna. Hasta que dejó Crónicas por discrepancias con Sardá, Coto cobraba algo más que esa cantidad y salía en pantalla cuatro días a la semana. Pero un tercer grupo de advenedizos ha ganado fuerza con los años. Son los participantes en Gran Hermano, un trampolín hacia el famoseo y el dinero fácil. Su salario varía, pero oscila entre los 1.500 y los 2.000 euros diarios, aunque Sonia firmó un contrato por 12.000 euros semanales en A tu lado. El más duradero está siendo Kiko, un émulo del estilo Matamoros, que exhibe licencia para descalificar. Otra fuente de ingresos para esta fauna son los programas como Hotel Glamour o La isla de los famosos, en los que algunos concursantes conocidos han cobrado 12.000 euros semanales.

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