Unos adorables veteranos
El Rally Costa Atlántica Classic ofreció la posibilidad de contemplar modelos que han hecho historia en el automovilismo mundial
|||| Una competición de automóviles clásicos es siempre un gran espectáculo porque, admirando a los veteranos, se conoce la historia de un sector que, en menos de un siglo, presume como la primera industria del mundo. En el Rally Costa Atlántica Classic, que recorrió las carreteras de las Rías Baixas gallegas, comprobamos que los viejos Jaguar, Porsche, Lancia, Maserati o Alfa Romeo, evidencian el prestigio de unas marcas pioneras y que mantienen su supremacía. Coches que, hace medio siglo, eran estrellas en las precarias carreteras de entonces y que ya incorporaban muchas soluciones mecánicas que no han hecho más que perfeccionarse. El automóvil empezó su desarrollo a partir de la Segunda Guerra Mundial. Pero nada habría sido posible si en la China del siglo XVII no se hubiese hecho el primer intento de propulsar un vehículo a vapor. Otra clave fue el francés Joseph Cugnot quien, un siglo después, creó un triciclo de cuatro toneladas, ruedas de madera y motor de vapor. Aquel invento cayó en el olvido hasta que la industria inglesa lo recuperó y comenzó a fabricar tractores capaces de transportar a veinte personas a 20 kilómetros-hora. Las pruebas para lograr la autopropulsión continuaron hasta la segunda mitad del siglo XIX. Es en 1866, cuando Daimler construye, en Alemania, el primer vehículo activado por motor de combustión interna. Este coche se convirtió en la gran atracción de la Exposición de París y marcó el nacimiento de la floreciente industria. Años después, el mismo Daimler ideó una variante más ligera, precursora de los motores posteriores a explosión y sobre la que el ingeniero mecánico Karl Benz, se inspiró para diseñar el primer vehículo impulsado por motor de combustión interna. Era un pequeño triciclo que se patentó en 1886. El mismo Benz presentó el primer automóvil de cuatro ruedas con su marca en 1893 y construyó un coche de carreras en 1899. A pesar de estos avances, a principios del nuevo siglo la empresa se quedó relegada por negarse a incorporar los adelantos logrados por otros como Daimler. El interés de ambos por ser los mejores, culminó en la fusión Daimler-Benz, en 1926, predecesora de lo que es hoy esta marca en el mundo. A principios del siglo XIX crece la competencia entre las nacientes fábricas y la preocupación por mejorar los sistemas de frenos, amortiguadores, carburación, transmisión... La rueda inflable se inventa en 1875 y se patenta para su uso en automóviles en 1888. En 1897, Robert Bosch consigue desarrollar un magneto de encendido y casi a la vez comienza a funcionar el motor de autoencendido de Rudolf Diesel. Jaguar SS100 Desde entonces, son muchos los vehículos que han marcado una época y hoy perviven como joyas rodantes, como el Jaguar SS 100. Antes de la Segunda Guerra Mundial, Jaguar denominaba a sus coches SS, y añadía el dígito de la velocidad máxima conseguida por el vehículo. Así, SS100 significaba que el coche alcanzaba 100 millas por hora. Dichas siglas adquirieron matices negativos -recordaban al ejército alemán- y la firma decidió cambiarlas por el nombre Jaguar. Lancia Stratos Fue uno de los últimos coches que se vendieron de serie, pero que se diseñó para ganar carreras. Batalla corta, motor central trasero, chasis tubular, apenas maletero. Logró innumerables victorias. Tras su época dorada, se prohibieron parte de sus soluciones por temor a su enorme potencial. Ferrari Dino Basado en un modelo de competición, es este un curioso Ferrari. Lleva en su capot la firma Dino, y no Ferrari, tributo al hijo de Enzo. Lleva un motor V6 de 180 caballos de potencia - que la casa de Maranello introdujo por primera vez. Diseñado por Pininfarina y construido por Scaglietti, tiene chasis tubular de aleación de acero. C Type Modelo de competición cuyo mérito fueron los frenos de disco, elemento aeronaútico nunca visto en otros vehículos. Los Jaguar C Type alcanzaron su mayor prestigio al vencer en Le Mans a los todopoderosos Ferrari.