Récords, la ilusión del Guiness

INMACULADA TAPIA | texto La gastronomía, pruebas de esfuerzo o las que tienen que ver con la colaboración de multitudes son las que más requieren la intervención de los representantes del libro. Las pruebas gastronómicas triunfan en todo el mundo. Pueblos enteros e incluso ciudades se ponen manos a la obra para lograr entrar con honores en el Libro Guiness de los Récords. Sólo en los seis primeros meses del año se han batido ya algunos, aún quedan muchas pruebas por lograr. En el mes de abril, la Plaza del Zócalo de Ciudad de México era un hervidero, se trataba de lograr el sandwich más grande del mundo, de jamón de pavo, queso, lechuga y mayonesa, patrocinado por una empresa de panificación y que fue certificado por representantes del Guiness. El sandwich pesó unos 3.173 kilos, con una superficie de 3,50 por 3,50 metros y se envolvió en una enorme servilleta de 5 por 5 metros. Este bocadillo batió al realizado en 2003 en la ciudad británica de Birmingham, donde se elaboró un sandwich de atún de 2,43 metros de largo y 3,34 metros de alto. Dos meses más tarde de este evento, la ciudad mexicana de Monterrey elaboró el taco más grande del mundo con una tonelada y media de carne y una tortilla de 15 metros de largo y uno de ancho. Al rico taco El objetivo de los ganaderos del norte de México era promover el consumo de carne mexicana, que se ha visto afectado por la creciente importación proveniente de Estados Unidos. El taco, uno de los platos típicos de México, consiste en una tortilla de harina de maíz que se enrolla sobre un relleno generalmente de carne. El taco se rellenó con un corte fino denominado «top sirloin» (solomillo), para asar la carne se utilizaron alrededor de 30 parrillas y 1.504 kilos de carbón. La tortilla gigante pesó 150 kilogramos. Este año los vecinos de Tocón de Illora (Granada) celebraron la festividad de San Marcos con un enorme «hornazo» que consiguió batir el récord Guiness por sus medidas: más de 50 metros de longitud, 500 kilos de harina, 200 libros de aceite, 50 kilos de azúcar y unos 800 huevos, todo ello aportado por los vecinos del pueblo. El «hornazo» es un bollo de pan cocinado con aceite y azúcar y se adorna con un huevo cocido en su interior. Los panaderos se enfrentaron, durante días, a un doble reto: por un lado amasar y hornear en tan sólo unas horas unos 500 kilos de harina y, al mismo tiempo, cocer durante horas los huevos de avestruz para que estuvieran en su punto. Reincidentes Una de las curiosidades de los récords es que en muchas ocasiones son las mismas personas ya inscritas en el Guiness quienes se retan a sí mismas para superar el logro anterior. Este ha sido el caso de la ciudad de León, y en concreto de la asociación de comerciantes «León Gótico» que elaboró una empanada de 256 metros de longitud, la más grande del mundo y con la que revalidó el record Guiness que había obtenido el año anterior, que medía 249 metros. El gerente de la asociación argumentó que se habían propuesto llevar a cabo este reto porque «hace unos años, tuvimos conocimiento de que existía una ciudad alemana donde se había realizado una empanada de 138 metros y, a partir de aquel momento, nos propusimos trasladar a León esa idea y superar la marca». En China en el mes de mayo, un total de 1.600 cometas atadas unas a otras formaron el «tren de cometas» más largo de la historia, un récord Guiness en el que ayudaron trabajadores de la empresa española Applus procedentes de España, México, Perú y EEUU, entre otros países. La distancia entre la primera y la última cometa eran 2.004 metros, simbolizando el año actual y barriendo el anterior récord que poseía la Asociación China de Cometas (1.648 metros), la misma que patrocinó la nueva plusmarca. Para detallar el Guiness más dulce viajamos hasta Vicenza (Italia), donde se retó a las parejas a batir el récord del mundo del beso más largo en una competición que coincidió con la festividad de San Valentín. El récord mundial del beso más largo, según figuraba en el Guiness, lo estableció una pareja en Estados Unidos con un tiempo de 30 horas, 59 minutos y 24 segundos. Pesados argumentos Los récords relacionados con el poder físico que vence a las fuerzas de la naturaleza son muy populares. Un ciudadano sirio ha sido capaz de arrastrar cinco coches a la vez con su barba, y soportar una tonelada de peso sobre su vientre y su pecho. Al caballero en cuestión, la prensa local le ha apodado el «forzudo de Salamia» y él asegura que una comisión del Guiness le ha visitado para incluir sus proezas en el famoso libro. En China hace tan sólo unas semanas, alrededor de 100.000 chinos de la provincia de Hunan, en el centro del país, han querido poner a prueba su voz cantando al unísono la canción folclórica «Río Liuyang» para intentar entrar en el libro Guinness de los récords, según la agencia oficial Xinhua. El festival turístico que se celebraba en la ciudad está siendo la excusa para lograr toda clase de proezas, ya que el año pasado se consiguió en el mismo lugar el dominó humano más largo del mundo, formado por 10.000 chinos que cayeron uno tras otro tras hacer una fila de cinco kilómetros de longitud. La cadena humana, de cinco kilómetros, consiguió batir el anterior récord de dominó humano, que ostentaban desde el año 2000 las 9.234 personas que cayeron en fila india en una playa de Singapur. Curiosidades y hechos insólitos pueblan el universo Guiness por muy asombrosa que le parezca la proeza que se propone, consulte primero, seguro que a alguien se le ocurrió antes.