NUEVO RACIMO DE ORO
La modernidad llega al Nuevo Racimo de Oro
El menú degustación de «Cocinandos» se convierte en un clásico de la gastronomía leonesa
||||Siempre es un gozo sumergirse en el gastronómico abismo de la vieja bodega del Nuevo Racimo de Oro. Las antiguas paredes de cantos rodados esconden mil misterios, nos hablan de un pasado perdido en las brumas del tiempo, y de efemérides más cercanas pobladas de canciones de jarro y entrañables meriendas entre amigos. Hoy, el escenario, sin perder nada de su aspecto clásico, ostenta nuevos lujos, luces que brillan infinitamente más que las rústicas bujías de sebo que hace siglos iluminaros sus recovecos¿ y todo lo necesario para mostrarse como uno de los restaurantes leoneses con más encanto y una de las tabernas tradicionales mejor dispuestas de la capital del Viejo Reino, al frente de cuya barra se mantiene, a pesar del correr del tiempo, el incombustible Agapito. Oscar y Raquel, siguiendo la tradición de una de las sagas clásicas del Barrio Húmedo, están al frente del Racimo de Oro, consiguiendo éxitos tan importantes como la reciente concesión del Premio a la Mejor Tapa Moderna, en el concurso que, organizado por el Ayuntamiento de la capital, se celebró durante las pasadas fiestas de San Juan y San Pedro. Mucha culpa del importante galardón la tiene el joven cocinero que está al frente de los fogones de la casa, José Antonio Moyano, un profesional con muchas ganas de inventar que se ha adaptado sin problemas a la cocina tradicional que aquí, el marco obliga, se ofrece. No obstante entre mollejas y callos, entre morcillas y pimientos del Bierzo, entre lechazos al horno y tocinillos de cielo, va incluyendo en la bien surtida carta del establecimiento nuevos platos de cocina moderna, de cocina de autor que atiende a las preferencias de aquellos que llegan al Racimo buscando algo más que la gastronomía de toda la vida. Un acierto que se ve gratificado con la abundante afluencia de comensales que el establecimiento registra, sobre todo en los meses de verano. En nuestra visita al Nuevo Racimo de Oro optamos por las nuevas creaciones de José Antonio, y nos encontramos en primer lugar con sus Mollejas de pato con setas, jamón y patata crema. Un vigoroso entrante que preludia una gran comida. En este plato lleno de variedad se fusionan los sabores clásicos y se da protagonismo a las mollejas de pato, que al igual que las de otras aves no tienen demasiado predicamento en la cocina actual, pero que progresivamente van cobrando la importancia que merecen. Vendría después el Mero con verduritas y salsa de crustáceos, otro homenaje a la cocina muy elaborada en la que algunas veces pierde importancia el protagonista, porque el acompañamiento se adueña del papel principal. Un plato de difícil realización que José Antonio resuelve con acierto. El Magret de pato con salsa de mango y nueces es un tributo espectacular a los sabores y las texturas, un auténtico paseo por el mundo de las sensaciones gustativas, una mezcla sugerente que hay que paladear con calma para experimentar hasta sus últimas propuestas gastronómicas. Y para cerrar la fiesta, volviendo quizá al mundo de la cocina clásica, un flan de nata con crujiente de almendra, en el que la armoniosa presentación está a la altura de sus cremosos sabores. En el Racimo vinos los tienen casi todos, aunque apuestan con fuerza por los caldos leoneses. Y claro, si quieren degustar en este impresionante marco los buenos jamones serranos, o las cecinas, o las morcillas de siempre, sepan que también están esperando su momento para aparecer en la escena espectacular de su impresionante bodega.