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Publicado por
León

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Dejando al lado la faceta más anecdótica de esta investigación, el descubrimiento abre un gran abanico de aplicaciones en los seres humanos. En primer lugar, su utilización como régimen. Comiendo una dieta rica en calorías no se engorda, pues la proteína PPAR delta aumenta la quema de grasas. De esta forma es útil contra la diabetes tipo 2, aquella que surge derivada del sobrepeso. También aumenta la fuerza muscular y es eficaz para aquellas personas que por cualquier razón no pueden hacer ejercicio. Con la proteína consiguen el mismo resultado que si fuesen al gimnasio diariamente, pero sin esfuerzo. Enfermedades Tal y como apuntan los investigadores, el descubrimiento puede ser de utilidad a la hora de combatir enfermedades coronarias y la distrofia muscular, así como la enfermedad McArdle, causante del cansancio rápido. Todo esto sin olvidar las posibilidades que ofrece al mundo del deporte. Si el experimento se realizase en humanos, se podrían crear atletas imbatibles sin apenas necesidad de entrenamiento. Pero no todo son ventajas. Los científicos también han comprobado que los ratones, tras cuatro días de ejercicios, sufrían desgarros musculares que no padecían los roedores no alterados genéticamente. El tiempo dirá hacia dónde desemboca y con que fines se utiliza este descubrimiento.