Los espías contra Lennon
Un juez obliga al FBI a desclasificar los documentos que reunió sobre el ex beatle y que podrían involucrar a los servicios secretos británicos en la persecución contra el emblemático músico
En los archivos del FBI no solo hay nombres de terroristas potenciales, sino también de estrellas de la música como John Lennon, que precisamente por defender la no violencia y practicar el pacifismo se convirtieron en «peligrosas» para el gobierno norteamericano. A pesar de que Lennon lleva más de veinte años muerto y enterrado, la agencia de inteligencia doméstica norteamericana todavía conserva con mimo algunos documentos clasificados sobre las actividades pacifistas del artista, pero según sentenció esta semana el juez federal de Los Ángeles, Robert Takasugi, tendrán que hacerse públicos inmediatamente. La decisión pone fin a una batalla legal de 24 años emprendida por el profesor californiano Jonathan Wiener en 1980, cuando solicitó acceder a los archivos del FBI para escribir un libro sobre el cantante británico. Pasaron casi veinte años hasta que en 1997, ayudado por la American Civil Liberties Union, Wiener consiguiera su primera victoria: la desclasificación de 200 páginas de documentos. Deportación Gracias a ellos, el profesor estadounidense publicó en el año 2000 un libro titulado Gimme some truth: The John Lennon FBI Files . En él se narraban, entre otras cosas, los planes del ex presidente republicano Richard Nixon para deportar a John Lennon a principios de los 70 y silenciar sus opiniones pacifistas, puesto que el cantante y compositor fue uno de los rostros más populares que opusieron su voz a la guerra de Vietnam. «Lennon preparaba un tour nacional para pedirle a la gente que votara en contra de Nixon en las elecciones del 72. Nixon ordenó su deportación para evitar que pudiera realizar esos conciertos», explica el profesor Wiener en su obra. Sin embargo, aún quedaban en los archivos del FBI otras informaciones sin duda abrumadoras para los servicios de inteligencia internacionales, papeles que supuestamente demostrarían que los servicios secretos británicos, el MI5, también espiaron al autor de Imagine por su activismo político en Gran Bretaña. «Lo único que nos han dicho es que esos papeles contienen información secreta de un gobierno extranjero entregados bajo el compromiso explícito de confidencialidad», asegura el también escritor Jonathan Wiener. El gobierno aún tiene que decidir si apelará la decisión del juez Takasugi de desclasificar esos papeles, aunque, de momento, el Departamento de Justicia se ha limitado a declarar: «Estamos revisando la sentencia, pero aún no hemos decidido nada al respecto». Lo sorprendente del caso es que haya pasado casi un cuarto de siglo desde la muerte de John Lennon y los documentos sigan siendo carne de polémi-ca. «Es absurdo. Con todas las cosas a las que debería estarse dedicando el FBI aún están intentando mantener en secreto documentos de hace 34 años sobre las actividades pacifistas de una estrella del rock muerta», se quejaba recientemente Wiener. La libertad de Chapman Lennon también ha vuelto estos días a las primeras páginas de los periódicos por otro motivo: su asesino, Mark David Chapman, responsable de haberle disparado un 8 de octubre de 1980, ha solicitado a los jueces la libertad condicional. Chapman fue condenado a cadena perpetua en 1981, con posibilidad de acceder a la libertad condicional tras veinte años de cárcel. La próxima semana se revisará su sentencia ante la indignación de los fans, que ya consiguieron en 2000 y 2002 que los jueces le denegaran ese derecho.