León vive un año santo de la mano de dos de sus patronos Cincuenta años coronada

Una virgen que anhelaba un santuario, y lo pidió a través de un pastor a comienzos del siglo XVI, y un predicador errante que gustaba de las escarpadas cumbres leonesas allá por el siglo X, acabaron convirtiéndose con el paso de los siglos en protagonistas de las más arraigadas devociones y tradiciones leonesas. La Virgen del Camino y San Froilán ocupan un lugar destacado dentro del nutrido panorama de patronos leoneses (San Isidoro, San Marcelo, el mismo San Juan); incluso las romerías que los festejan son cita anual de algunas de las más arraigadas costumbres leonesas, y disculpa para recuperar tradiciones, vestimentas y peregrinaciones ancestrales. Para estos dos patronos el 2005 es año de aniversarios. León se dispone a celebrar el XI centenario de la muerte de San Froilán, patrono de la diócesis; el V centenario de la aparición o invención de la imagen de Nuestra Señora la Virgen del Camino, patrona de la región leonesa, y el 75º aniversario de la Coronación Canónica de esta imagen. De momento sólo el Obispado ha hecho pública una amplia programación de actividades, que se inician este mismo mes. Mientras, las instituciones políticas y sociales preparan también su participación en estos actos. Pero, advierten, el año «político» comienza en enero, así que habrá que esperar hasta que ayuntamientos y administraciones acuerden fechas y presupuestos para la celebración de otros actos a mayores. Apoyo papal El caso es que desde hace meses la curia leonesa, con el obispo, Julián López, al frente, ha movilizado a las instancias competentes hasta lograr que este cúmulo de aniversarios no trasncurran en valde en lo que a la vida espiritual de los leoneses se refiere. El Papa, Juan Pablo II, ha concedido para el 2005 la gracia de un año jubilar, indulgencias,... Los católicos tendrán, tienen ya, un año santo local. Una de las preocupaciones del obispo de León es que las celebraciones festivas y folklóricas no solapen el significado espiritual que para la comunidad católica tiene el ejercicio que ahora comienza, y que prolongará sus actividades hasta octubre del 2005. Pero ambos asuntos no tienen por qué ser incompatibles, más bien han corrido tradicionalmente de forma paralela. Las manifestaciones multitudinarias de devoción popular tienen siempre su aquel de fe religiosa y su aquel tamién de concelebración festiva. Lo sabe bien la Virgen del Camino, a la que los leoneses han paseado durante siglos desde la ermita a la ciudad cuando las necesidades, en forma de sequías o pestes, apremiaban. El pasado mes de abril el Vaticano contestaba a la solicitud enviada por Julián López para la concesión de la indulgencia con motivo de estas celebraciones, concediéndole la facultad de impartir la bendición papal; y comunicando los momentos en los que los fieles podrán recibir las indulgencias plenaria o parcial. El año jubilar se abrió el pasado día 5 de octubre, festividad de San Froilán, en la Catedral, día que inauguró un apretado programa de actividades que contemplan, por ejemplo, peregrinaciones a la Catedral, santuario de la Virgen del Camino, santuario de la Valdorria, y a los de Pandorado, Camposagrado, Buen Suceso, Manzaneda, Villasfrías, los Remedios, Riosol, Velilla, Yecla, Gracia y de la Vega, a lo largo de todo el año santo, especialmente de abril a octubre. El mes que viene José Román Flecha Andrés ofrecerá tres conferencias sobre Jesús de Nazaret en el tiempo , en el salón de actos del Ayuntamiento. Entre enero y marzo se celebrará un concurso de recuperación de historias, cantos, poemas y creación literaria y musical para escolares y bachilleres; y en abril una serie de conferencias sobre la historia de la Iglesia en León. De mayo a septiembre las romerías tradicionales en los santuarios marianos de la diócesis tendrán un recuerdo especial para estos centenarios y celebraciones; y en esas mismas fechas tendrán lugar también exposiciones sobre la iconografía de la Virgen de los Misterios Dolorosos, una rogativa a San Froilán en la Valdorria, jornadas de espiritualidad, semana mariológica, congreso eucarístico diocesano,... Julio será el mes en el que se celebre una fiesta mariana en el Humilladero del santuario de la Virgen del Camino, y en septiembre tendrán lugar varias novenas a esta Virgen, en el santuario y la Catedral; además de una semana de estudios teológicos. Finalmente, en octubre, último mes de este año santo, se celebrará un congreso internacional sobre Obispos, reyes, monjes y pueblo en el Reino de León. Siglos IX y XI; y la Semana Nacional de Liturgia, además de actos folklóricos, triduos, y posiblemente la bajada de la imagen de la Virgen a León. Todos estos actos se completarán con la celebración de exposiciones, jornadas de estudios históricos, medallas conmemorativas,... Incluso se contempla la construcción o habilitación de una casa de acogida para inmigrantes, como «obra de acción social que recuerde la efemérides en el futuro». Algunos de estos actos contarán con la participación, fundamentalmente económica, del Ayuntamiento y la Diputación; mientras las corporaciones de León, Mansilla y La Virgen del Camino preparan ya diversas peregrinaciones y romerías. Repetidas durante siglos Se trata de celebrar así la consolidación en la historia, las tradiciones y la devoción de un pueblo de aquellas historias que han sido repetidas durante siglos. Como la de la Virgen del Camino, patrona de las tierras de León, que recibe su nombre de la ubicación del santuario que la acoge en la ruta jacobea. José Román Flecha Andrés sostiene que se dio este nombre a la Piedad que se encuentra en la iglesia románica de Nuestra Señora del Mercado, la primera que encontraban los peregrinos que, camino de Santiago, entraban a León por Puerta Moneda. Actualmente se conoce a esta imagen como Nuestra Señora del Camino la Antigua. En un capítulo dedicado a la patrona de León en la publicación Nuevo año cristiano , Flecha recuerda la leyenda que, como a otros tantos santuarios marianos, se atribuye a la aparición de la Virgen del Camino y la creación del templo que la acoge. Una leyenda que se remonta al 2 de julio del año 1505, cuando Alvar Simón Gómez Fernández, de Velilla de la Reina, cuidaba su rebaño en las cercanías de León. Así relata la aparición: «Un resplandor extraordinario vino a llamarle la atención. Atraído, como Moisés, por el fenómeno desacostumbrado de aquella luz, oyó la voz de la Virgen María. La Señora le pedía que transmitiese al obispo su deseo de que se construyese una ermita por aquellos parajes». Para determinar el lugar en el que debía construirse, la aparición tomó una honda del pastor y lanzó una piedra «que al caer en tierra aumentó de modo espectacular». Allí mismo se levanta el santuario. En principio, según relata Flecha Andrés, se construyó «una humilde ermita», en el lugar conocido hoy como el Humilladero, sustituida en 1514 por otro santuario más amplio. Varias han sido las construcciones que albergan a la patrona hasta nuestros días. El relato de la aparición se conserva también en unos escritos en el archivo del santuario, y, con ligeras variantes, en otras actas y documentos conservados en varios archivos de la provincia. Nuevo santuario En 1914 la Virgen del Camino obtuvo de Roma la declaración de patrona de la región leonesa; y tres años más tarde el Papa Benedicto XI autorizó su coronación canónica, que se produjo en 1930. Desde ese momento se reclama repetidamente un nuevo santuario, que se inicia en 1957, de la mano de Pablo Díez Fernández, el indiano natural de Vegaquemada que construyó en México un auténtico imperio empresarial, de la mano fundamentalmente de la fábrica de cervezas que hoy comercializa la mundialmente conocida Coronita. La ayuda económica de Díez Fernández alcanzó también para construir una casa de ejercicios, un internado y un convento para los dominicos, rectores del santuario. El nuevo templo fue bendecido el 4 de octubre de 1961. La actual construcción que alberga la imagen de la Virgen del Camino es obra del arquitecto dominico Francisco Coello, y su forma rectangular sugiere un sepulcro, coronado por un campanario de 53 metros de altura. Las esculturas que adornan la fachada, así como las cuatro puertas, todo ello de bronce, están realizadas por el escultor catalán José María Subirachs; y las vidrieras son obra de Roberto Rafols Casamada. Fueron realizadas en Chartres. Las del camarín de la Virgen y las de la Sala de Exvotos fueron realizadas por el dominico Domingo Iturgáiz. En el interior, sólo el altar mayor, perteneciente a la iglesia anterior, rompe la imagen de sobriedad. Lo habían terminado en 1730 los entalladores Pedro y Antonio de Valladolid. En el centro de este retablo de tres cuerpos se halla la imagen de la Virgen del Camino, que fue realizada después de la aparición, hacia 1510, por un escultor anónimo. Según la tradición que se recoge en el propio santuario, la imagen se realizó siguiendo las instrucciones del pastor al que se apareció la Virgen. Sin embargo, Flecha Andrés advierte que otras veces la imagen se atribuye a Bartolomé de las Heras, «formado por Orozco, imaginero que entonces trabajaba en el hospital de San Marcos». |||| Entre el 15 y el 19 de octubre de 1980 la imagen de la Virgen del Camino dejó su templo para trasladarse a la Catedral de León. Se celebraba entonces el 50º aniversario de su coronación. Como en ocasiones anteriores, el camino de ida y vuelta de la patrona fue acompañada por miles de leoneses, los inseparables pendones y toda una manifestación de tradición y devoción que queda reflejada en esta imagen de la vuelta al santuario, a su paso por el puente de San Marcos.