Diario de León

El cambio climático modificará los bosques de Castilla y León

Una reciente investigación concluye que a finales de siglo encinares y hayedos serán los más representativos, mientras que los de roble albar tienden a desaparecer

Publicado por
R. GONZÁLEZ | texto
León

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egún afirman los científicos, asistimos a un nuevo tipo de cambio climático habiéndose constatado durante el siglo XX incrementos en la temperatura media global que no son explicables por causas naturales. Este calentamiento global está favorecido por un aumento en las concentraciones de los gases de efecto invernadero, especialmente CO2, debido a la actividad humana (quema de combustibles fósiles, deforestación, cambios en el uso y manejo del territorio). Esto supone, según el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático, que en el periodo 1990-2100 la temperatura aumentará entre 1,4 y 5,8ºC. En lo que a las precipitaciones se refiere, los resultados son más inciertos, dependiendo del territorio que se considere. Un aspecto a tener en cuenta en los estudios de cambio climático es analizar la distribución de las temperaturas y las precitaciones a lo largo del año, ya que este hecho será fundamental para comprender su influencia en la vegetación, pues ésta es un fiel reflejo, entre otros factores, de sus condiciones climáticas y edáficas. Templanza del clima Como la mayoría de estudios se basan en las previsiones a nivel planetario sin tener en cuenta las características locales o regionales, la profesora Sara del Río, del Departamento de Biología Vegetal de la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad de León, ha realizado una investigación que se ha visto plasmada en una tesis doctoral en la que se relacionan las consecuencias que un cambio climático podría tener en la vegetación de Castilla y León. Los resultados han sido comparados con las previsiones propuestas por otros modelos de cambio climático planteados para la península Ibérica, pudiéndose determinar cuál podría ser la variación en los principales tipos de vegetación de la Comunidad si se cumplieran los nuevos escenarios de cambio climático que se han planteado en el estudio. El trabajo se centró en determinar la tendencia experimentada por las precipitaciones y las temperaturas medias anuales a nivel mensual, estacional y anual durante un periodo de observación de 37 años (1961-1997). En base a esas tendencias se propusieron tres escenarios de cambio climático referidos a los años 2025, 2050 y 2075. Los resultados obtenidos son coincidentes a nivel anual con los propuestos por otros modelos de cambio climático para la península, apreciándose una tendencia a incrementarse la temperatura una media de 0,1ºC por década desde el año 1961. En cuando a las precipitaciones, se observa que tienden a disminuir unos 9 milímetros cada diez años. Las diferencias con el resto de modelos se constatan, fundamentalmente, cuando el análisis se desarrolla a nivel estacional. Según la profesora del Río, la temperatura tiende a aumentar de forma notable en invierno siendo menos importante el ascenso en primavera y, contrariamente a lo propuesto en otros estudios, se aprecia un leve descenso en verano y en otoño. Este hecho determina que en Castilla y León se esté produciendo una «templanza» del clima disminuyendo así los contrastes térmicos entre invierno y verano. En cuanto a las precipitaciones, se constata una disminución en invierno y primavera desde el año 1961 y un incremento en los meses de verano. Ello implica, que al menos en Castilla y León, no esté teniendo lugar la preocupante desertificación planteada en los últimos años para el resto de España.

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