Diario de León

Dacia Logan, el rombo emergente... a 5.000 euros Cuatro millones de vehículos

Lo firma Renault y es el primer fruto de la presencia del rombo en Dacia. Inicialmente previsto para mercados emergentes, también se venderá en España, a finales de 2005, con un precio de 5.000 euros y hasta un máximo de 8.000 para las versione

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JAVIER FERNÁNDEZ | texto
León

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Cuatro años y 489 millones de euros le ha costado a Renault, que compró Dacia en 1999, la puesta en escena de un vehículo moderno, sencillo y... barato, sobre todo barato, con el que presentar batalla en los mercados emergentes. Aunque tampoco le hará «ascos» a su colocación en otros mercados de los considerados tradicionales y, desde luego, altamente competitivos. Renault, que utiliza para el Logan la plataforma «B», el chasis pequeño que se utiliza en el monovolumen Modus y en el utilitario Nissan Micra, ha desempolvado un tarro de las esencias que se creía ya precintado: cinco plazas y carrocería tres cuerpos; es decir, la fórmula mágica que tantos y tan buenos resultados le ha venido dando al rombo... desde la noche de los tiempos. Fórmula que se redondea con una tarifa, se diría «irrisoria» para lo que hoy se estila, y con unas prestaciones que se adaptan escrupulosamente a las particulares especificaciones de los mercados a los que, teóricamente, va dirigido el Dacia Logan (climas difíciles, red de carreteras «desigual»...) sin olvidarse de la fiabilidad y robustez exigible a un coche que, se supone, sufrirá lo suyo en la batalla diaria. El Logan es el primer modelo de Dacia íntegramente desarrollado por Renault y comenzará a estar disponible en nuestro mercado durante el último trimestre del próximo año 2005. Inicialmente con dos mecánicas de gasolina: 1.4 (75 CV) y 1.6 (90 CV) y, posteriormente, con el turbodiesel 1.5 dCi de 65 caballos, además de una versión de carrocería familiar Station Wagon. Tracción delantera, cambio manual de 5 marchas y sin llegar a la tonelada de peso, el Logan no hace, como puede suponerse, especiales concesiones a la sofisticación tecnológica, sin que ello signifique renunciar, ni por el fabricante ni por los usuarios, a algunas de las modernidades técnicas de su constructor. Del Clio hereda la suspensión delantera (independiente) y del Modus la trasera (semiindependiente) con lo que, en teoría y se supone que en la práctica, su comportamiento rutero no ofrecerá dudas. Eso sí, habida cuenta sus mercados, el Logan eleva en un par de centímetros su altura al suelo, con respecto a modelos homólogos, mientras los amortiguadores tiene 18 milímetros más de recorrido lo que debe proporcionar confort en su utilización por, la mayoría de las veces, asfaltos bastante más descarnados a los habituales... que lo son bastante, a veces. Para el sistema de frenos se utiliza una combinación «de siempre»: discos delante y tambores detrás que propician, estos últimos, mejores frenadas «en frío» a baja velocidad; la dirección es de cremallera («sólo» de cremallera...) y el cambio de 5 marchas de origen Mégane, aunque con las tres primeras relaciones más cortas, a la búsqueda de mejores prestaciones en condiciones difíciles. Su mejor baza, a efectos prácticos, una habitabilidad interior «panorámica» y un maletero de 510 litros; desde luego, mucho mayor que la de otros de sus congéneres en el segmento de militancia. También la implantación mecánica está acorde con la filosofía del Logan. Se utilizan -ya se ha dicho que en la fase inicial de lanzamiento- los motores de cuatro cilindros perfectamente conocidos -y probados- en los catálogos de Renault, con un escalonamiento más que suficiente para las condiciones de uso y la romana del coche. La gama Dacia Logan se estructura en torno a tres acabados: Ambiance (el más bajo), Logan (paragolpes bitono) y Lauréate (el más equipado). El capítulo de seguridad viene dado por ABS y doble airbag (conductor y pasajero) aunque no en la versión baja. Puede montar aire acondicionado, elevalunas eléctricos y dirección asistida en las versiones más altas que, además, contarán con retrovisores eléctricos, radio con CD y hasta llantas de aluminio aunque, claro, el precio ya no será el mismo. En definitiva, sin veleidades tecnológicas, aunque con todos los predicamentos mínima y hasta máximamente exigibles en un modelo del XXI, el Logan puede convertirse en un «hueso» para muchos enemigos naturales del rombo. Otra cosa es que tenga tanta aceptación en mercados sofisticados. El tiempo lo dirá. De momento... el precio «asustará» a más de uno. |||| Con la compra de Dacia en 1999 y el actual proyecto Logan (X90 en clave de fábrica), Renault se propone alcanzar el ambicioso objetivo de vender cuatro millones de vehículos en el año 2010. Y ello, con la ayuda de mercados potenciales de tanta «globalidad» como que, en el pasado 2003, países como China o Irán aumentaron singularmente su demanda: 147% y 136% respectivamente. Aparte de en la factoría piloto rumana de Pitesti, se han previsto otros lugares para la fabricación del Logan: Rusia, Marruecos, Colombia e Irán. En algunos mercados (Rusia, Irán y Colombia) donde la presencia de Renault es limitada, el Logan se convertirá en un modelo de conquista para la marca. En los demás mercados, el vehículo se conocerá como Dacia. En treinta países El Dacia Logan, que ya se vende en Rumanía y lo hará paulatinamente en una treintena de países de aquí al otoño de 2005, contempla la comercialización de 700.000 unidades anuales en 2010. Objetivo que contribuirá decisivamente a la previsión de 4 millones de vehículos que se ha fijado el Grupo Renault para ese mismo horizonte.

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