Mirando al Mar

El popular restaurante Doña Constanza ha tomado nuevos derroteros y ahora, desde sus luminosos salones se mira directamente al mar. El cambio se debe a la adquisición del establecimiento por la firma Pescados y Mariscos Asturianos, que como su nombre indica se dedica a negocios pesqueros en el norte español y por lo tanto puede ofrecer a los clientes del conocido restaurante de la plaza de Demetrio Monterería, toda una impresionante gama de pescados y mariscos recién llegados a los puertos cantábricos. Para comenzar la nueva dirección ha remodelado completamente los salones del ya por sí moderno restaurante, dotándoles de una mayor comodidad y de una decoración muy cálida que invita a la charla amena, la degustación exquisita y las largas sobremesas. Al frente del restaurante está Ana, una gran profesional de la hostelería con muchos años de experiencia que últimamente habí8a prestado sus servicios en el Latino del Barrio Húmedo de la capital. Explica Ana que su intención es «cubrir un espacio que la hostelería leonesa creo que estaba vacío. Son muchos los establecimientos que tienen en sus cartas muy buenos platos de pescados y marisco, recibidos más o menos directamente de las costas asturianas o gallegas. Pero nosotros somos los que pescamos esos productos, los que podemos ofrecerlos absolutamente frescos todos los días, no solamente los fines de semana y, además, a unos precios sin competencia. Bien sabemos las altas cotizaciones que estos días tienen en las distintas lonjas los pescados de roca y los buenos mariscos, pues bien en el Doña Constanza garantizamos unos precios increíbles, como puede comprobarse en nuestra carta». Luís, el cocinero, es leonés, pero también un enamorado de los frutos del mar. «Pienso -comenta- que en esta época son muy pocos los hogares donde se come habitualmente pescado¿ y al decir pescado quiero referirme al de verdad, al pescado en alta mar, que no tiene nada que ver con el que pueden ofrecer los criaderos. Por eso nuestra oferta es muy interesante, tenemos unos productos de primerísimo calidad por nuestra condición de pescadores y, como decía Ana, a estupendos precios. Para mí es un enorme placer ponerme ante los fogones con un material tan estupendo aunque, la verdad, estos pescados necesitan poca elaboración, sería casi un crimen enmascarar sus sabores, sus texturas, con salsas complicadas o con guarniciones ostentosas. El comensal que se siente en nuestras mesas podrá disfrutar de todos los sabores del mar tal cual son, con el mínimo de sofisticaciones». En la carta de este restaurante no se ha olvidado tampoco la carne «porque -dice Ana- puede visitarnos una persona a la que el pescado no le llene demasiado y prefiera un buen solomillo o un tierno lechazo asado. Pues bien también lo tenemos aunque no sea esta nuestra especialidad. La carne la traemos directamente de Galicia. Prestamos especial atención a el lomo y el entrecot de buey, de carne roja que Luís hace maravillosamente con escamas de sal». Una curiosidad es el pollo de corral, de auténtico corral, que nos aseguran es una de las grandes especialidades de la casa. Digamos por lo que tiene de sorprendente y grato al bolsillo que los precios de los pescados fluctúan entre los 12 y los 15 euros, lo que vienen la calidad de los productos ofrecidos, son unos precios estupendos. Tampoco se han olvidado en el Doña Constanza de los postres que son caseros y de altos vuelos. Tiramisú Constanza, Flan dos quesos con fresas marinadas, Salteado de mango, pera y canela en tilpa de chocolate y, especialmente su Hojaldre con compota de reineta y coulies de frambuesa, que demuestra bien a las claras las estupendas virtudes de confitero que tiene Luís. Digamos que el encargado de la atención de las mesas corre a corre a cargo de Jesús, que proviene del Hotel Cortes de León y que ha conseguido un servicio perfecto sin atosigar nunca al cliente con excesivas informaciones, lo que sobre todo se agradece cuando se come en compañía. La bodega está bien surtida, sobre todo de vinos blancos si tenemos en cuenta su dedicación al pescado y los mariscos es lo lógico, destacando su selección de Alvariños. Nuestro menú en este renovado restaurante comenzó con unos percebes de buen tamaño y mejor sabor. Para pasar a la degustación de dos clases distintas de pastel, el primero caliente, de verduras y gambas y el segundo frío de pescado fresco, presentado con salsa de mostaza, a nuestro entender más conseguido el segundo. Unas buenísimas almejas a la marinera fueron el prólogo de un lomo de lubina a la espalda presentado en su punto justo. El postre de hojaldre y compota estupendo, aunque el hojaldre puede trabajarse más para hacerlo más delicado. Ensaladas, platos de picoteo y la gran Parrillada de Pescado y Marisco (72 euros) completan la carta del restaurante. Solamente queda señalar que los amantes del pescado y el marisco que han visto como decaía la oferta que antes tenía León en los muy santos altos de la Virgen del Camino. Tienen ahora la oportunidad de dar rienda suelta a sus gastronómicas aficiones marinas.