Alfa 147, actualización estética y dinámica Hace medio siglo...

|||| La ya de por sí bella estética del Alfa 147 se refuerza con ligeros cambios en el frontal y la zaga, también en el interior, aderezados con un interiorismo actualizado y con un optimizado comportamiento dinámico. Considerado como uno de los modelos con más éxito de los últimos tiempos en los catálogos del Biscione , el 147 recibe ahora modificaciones estéticas que, quizá no lo hagan más bonito (nunca es fácil mejorar lo bello) aunque sí más actual en sus pinceladas, por mucho que en modelos como el que nos ocupa, los años no pasen por ellos. Es verdad que con sólo cuatro años de vida comercial no parecía imperiosa la necesidad de remodelar el 147, aunque también es cierto que el «acoso» de sus enemigos naturales quizá aconsejaran una cierta puesta al día. Sea como fuere, lo cierto es que Alfa Romeo ha puesto manos a la obra en la tal actualización. Se mantiene la emblemática parrilla triangular, que ahora gana protagonismo en un frontal que adopta nuevos faros (más rasgados) con tres ópticas en su interior, a la vez que el paragolpes también ha sido rediseñado. En la zaga los cambios son menos evidentes, por mucho que los pilotos traseros sean de nueva factura. La nueva moldura cromada, en la unión del paragolpes con el portón, es lo más significativo. La novedad interior más significativa hay que buscarla en los relojes del cuadro de instrumentos, aunque también el salpicadero presenta nuevos colores, lo mismo que las tapicerías. El capítulo motorístico también conoce modificaciones, sobre todo por la incorporación del cuatro cilindros 1.9 Multijet (turbodiesel «directo») de 150 caballos (estrenado en el Alfa GT) y el nuevo cambio robotizado Easytronic. En general, el nuevo Alfa 147 se muestra más cómodo y tan deportivo como su antecesor, aunque hay quien opina que -quizá- haya perdido un poco del drástico punch que siempre caracterizó al pequeño Biscione . El resto de las propuestas motorísticas permanecen invariables: 1.9 JTD 100 y 115 CV, además de los gasolina Twin Spark (doble encendido) 1.6 de 105 y 120 CV y el 2.0 litros de 150 caballos, éste último unido al cambio manual robotizasdo Selespeed. |||| A mediados de los cincuenta, una de las épocas, junto con los imprescindible sixties , más sugestivas en la construcción automovilística, Chrysler comenzaba a denominar con letras algunos de sus modelos más emblemáticos y potentes. Nacía entonces el 300 C de 1955, al que los realizadores de la firma rinden ahora tributo con el actual 300 C: largo capó, peculiar frontal y una «expresiva» parrilla claramente inspirada en aquellos glamourosos pioneros. Un culto estético complementado merced a los pilotos traseros que acaban por integrar una no menos singular franja horizontal que, a su vez, homenajea a los inolvidables aigas de los años cincuenta del siglo pasado. Incluso en el interiorismo, en la instrumentación del actual 300 C, se perciben los rasgos del pionero, también presentes en la filosofía motorística del V8 5.7 HEMI; toda una legendaria familia de motorizaciones que se extendió en el tiempo hasta bien entrada la década de los setenta.