Chrysler 300C Touring, atractiva capacidad

Comparte estética -«hasta la mitad»- y soluciones técnicas con la berlina homónima. El nuevo 300C Tourng es la primera experiencia SW de Chrysler concebida para el mercado europeo aunque, de momento, sólo dispondrá de mecánicas de gasolina; habrá que esperar hasta el ya próximo 2005 para contar con una motorización de gasóleo. Exclusividad y equipamiento son las principales bazas que juega el 300C Touring para hacerse un hueco en el siempre complicado «mercado español» de los Station Wagon altos de gama. No se trata tanto de ofrecer capacidad (que también) cuanto de lanzar una imagen atractiva para un modelo que deberá vérselas con enemigos europeos de tanta enjundia como el BMW Touring de la Serie 5, su primo el Merecedes Familiar de la Clase E, el Saab 9-5 SW, el Volvo V70 y hasta una de las más recientes realizaciones de Audi, el A6 Avant. La lucha promete... Tomando como base la berlina 300C, que desembarcó en nuestro mercado hace unos meses, el fabricante americano que órbita en la Daimler-Benz propone un modelo de nueva generación que aprovecha buena parte de la herencia tecnológica de Mercedes (trenes de rodaje, suspensión...) a fin de europeizar lo más posible un producto que, en lo visual , recuerda poderosamente su origen lo que, sin duda, tiene también muchos adeptos a este lado del Atlántico. Máxime cuando los acabados interiores y la calidad de los materiales utilizados, acaban por convertir a nuestro protagonista en todo un salón rodante . Las propuestas motorísticas, todas de gasolina en este primera fase de comercialización, están acordes con la filosofía general del modelo. El 300C Touring utiliza dos V6 (2.7 y 3.5 litros) y un poderoso V8 Hemi (la histórica denominación que Chrysler reserva a sus motores más potentes) que cubica 5.7 litros y entrega 340 caballos y cuenta con la tecnología de desconexión de cilindros cuando se rueda a bajos regímenes, lo que ahorra combustible... por mucho que la media, de lo más «americana», se sitúe en torno a los 12,5 litros por cada centenar de kilómetros. Las dos primeras propuestas se unen a sendos cambios automáticos de 4 marchas, con desarrollos muy largos para, también, recortar lo más posible los consumos. Mientras la motorización más potente viene acoplada a una caja automática secuencial de 5 velocidades que, sin duda, se adapta mucho mejor a los rendimientos prestacionales del V8. Las dos motorizaciones superiores tiene la opción de elegirse con tracción totatl AWD, opción que no está prevista para la berlina. Cabe suponer que la llegada, a mediados de 2005, del gasóleo 3.0 V6 de 220 caballos, con cambio automático de 5 marchas, potenciar la presencia comercial del 300C Touring. Ese motor se montará también en varios modelos de Mercedes (Clase C, E y ML) y en el futuro nuevo Jeep Cherokee. La estilizada línea del 300C Touring ofrece un portón trasero que se abre desde la parte final del techo, ofreciendo un generoso espacio de carga: 630 litros ampliables hasta los 1.602 cuando se abatan los respaldos de los asientos posteriores de banqueta fija. En la zona de carga existen diversos ganchos para sujeción y un doble fondo compartimentado y realizado en plástico, lo que facilita su limpieza. Como cabe esperar de su segmento de militancia, la nueva propuesta de Chrysler ofrece diversos dispositivos electrónicos de seguridad y ayuda a la conducción: airbag frontales bi-etapa y laterales delanteros, también de cortina, control de estabilidad ESP, cinco reposacabezas y cinco cinturones (delanteros con pretensor y limitador de presión), ABS con BAS (ayuda a la frenada de emergencia), el sistema de asistencia al aparcamiento y el sensor de lluvia, por citar alguno de los elementos más significativos. También navegador por satélite de serie en la versión superior de la gama. En definitiva, un modelo «rompedor» en la estética y en la filosofía, atractivo por lo que tiene de singular y con el que, eso también, habrá que estar dispuesto a pagar el «peaje» de unos consumos elevados aunque, ya se sabe, es el escalón comercial del que se trata, quizá -seguro- no sea está circunstancia la determinante a la hora de la compra.