Diario de León

BMW Serie 3, y van treinta... años

Más grandes, más rápidos e interiormente más espaciosos. La quinta generación del Serie 3, el modelo de referencia de la Bayerische Motoren Werke, se perfila como una nueva, y dominante, referencia de segmento. Sus precios, en Alemania, oscilar

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JAVIER FERNÁNDEZ | texto
León

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Lo de BMW con la Serie 3 es un idilio que adquiere tintes de sumisión a una filosofía que contabiliza ya tres décadas y que le ha venido dando al constructor bávaro innumerables satisfacciones comerciales y tecnológicas. El que se lanzará, a bombo y platillo, a principios del próximo mes de marzo promete convertirse en uno de los huesos más duros de roer -para sus enemigos naturales- de cuantas generaciones «3» haya firmado nunca BMW. Se diría un compendio de escalonamiento, el nuevo Serie 3 recoge lo mejor del también reciente Serie 1 y, por arriba, del no menos afamado Serie 5. Aún más, los responsables de BMW no se paran en barras a la hora de elogiar su nueva propuesta: combinación del dinamismo estético del Z4 y Serie 1 con la elegancia de los Serie 5 y 7... ahí queda eso. Las cotas del nuevo Serie 3 crecen significativamente respecto al modelo hasta ahora en catálogo: 49 milímetros más largo, 78 más ancho, 6 más alto y con 35 milímetros suplementarios de batalla, un incremento de la distancia entre ejes que, como fácilmente puede suponerse, influye positivamente en la habitabilidad del coche que comenzará a venderse en la segunda semana de marzo. También tiene una carrocería más rígida y ligera, a la vez que estrena unas renovadas suspensiones delantera y trasera con, además, un reparto de pesos ideal: 50/50 sobre cada tren, con lo que su comportamiento dinámico deberá estar bastante por encima del de su inmediato antecesor. Incluso se advierten primicias tan de última hornada como la dirección activa (pionera en el segmento y opcionalmente disponible con los motores de 6 cilindros). Este tipo de dirección tiene una relación más directa a bajas velocidades, mientras que se torna más indirecta a altas velocidades, de forma que el sistema es capaz de conjugar objetivos teóricamente opuestos: agilidad, estabilidad y confort. Este sofisticado sistema de dirección incluye también una interesante función adicional para la practicidad, y seguridad, del uso cotidiano del vehículo: estabilizar el coche al frenar sobre superficies deslizantes (placas de hielo, nieve, lluvia...). Y una guinda añadida: sistema de arranque por botón, herencia por vía directa del Serie 1. En el apartado de las ayudas a la conducción, se monta un control dinámico de estabilidad (DSC) de última generación, con funciones tan útiles como el secado de los discos de freno cuando se conduce sobre asfalto mojado o la función de activado de las pinzas de freno preventivamente, con lo que se garantiza el mantenimiento de la trayectoria del coche en frenadas de emergencia. Incluso el sistema es también capaz de evitar que el coche recule al arrancar en cuesta. En el capítulo de la seguridad, el nuevo Serie 3 monta (opcionalmente) faros bi-xenón autodireccionales, luces de freno de intensidad variable (de serie) que aumentan la superficie iluminada cuando se frena con fuerza o cuando se activa el ABS, de forma que el conductor que circula detrás puede percatarse rápidamente de que el coche precedente está reteniendo a fondo. Incluso se dispondrá, como equipo de serie, de neumáticos «runflat» que permiten, en caso de pinchazo, seguir rodando a una velocidad de 80 por hora durante 250 kilómetros. Una docena de airbag protegen a los ocupantes en el interior del habitáculo. Dos frontales, conductor y acompañante; dos de cabeza, tipo cortina, en las cuatro plazas, que también cumplen la función de los dos airbag laterales posteriores; 2 airbag (opcionales) de cadera en las plazas delanteras. Paralelamente, también se ha optimizado el sistema de los cinturones de seguridad. Estética continuista, aunque personalizada Aunque estéticamente se aprecia un cierto continuismo con el modelo al que viene a sustituir, el nuevo «3» adopta un evidente sello de modernidad estilística con la adopción de algunos trazos iniciados en algunos de sus otros hermanos de marca y que conjugan redondeces en unos marcados aletines para los pasos de rueda, con unas también marcadas líneas rectas en la cintura de caja. En el interior, la primera novedad -ya se ha dicho- es la ausencia de llave de contacto convencional, sustituida por un sistema de arranque electrónico por pulsador, que presentara la Bayerische en la Serie 7 y, más recientemente, en el pequeño Serie 1. Ni siquiera hay que sacar la llave del bolsillo para abrir el coche, tampoco para arrancarlo, todo se realiza mediante la comunicación existente entre la llave y un receptor situado en el habitáculo. Dependiendo de las versiones, el salpicadero cambia de configuración para, entre otras cosas, incluir elementos como la pantalla multifunción. Justo por detrás de la palanca de cambios se encuentra la ruleta «iDrive» (similar a la del Serie 5 aunque mucho menos compleja de manejar) opcional y solidaria con el sistema de navegación y que permite acceder a diversas funciones del coche (climatización, sistema de audio...). Magnesio ultraligero La joya de la corona en la nueva Serie 3 es la utilización del magnesio ultraligero (primicia en BMW) en la fabricación de los motores o, por mejor decir, de algunas de sus piezas: cárter, cojinetes del cigüeñal y tapa de culata. El escalón de acceso será el cuatro cilindros de 2.0 litros y 150 caballos que ya se monta en el Serie 1 y que juega su mejor baza en un consumo medio que el fabricante anuncia en 7,4 litros. Este motor, que acelera de cero a cien en 9 segundos, apenas presenta variaciones con respecto al dos litros del 318i hasta ahora conocido, aunque se han optimizado la admisión y el escape, de ahí sus nuevas cotas prestacionales. La segunda posibilidad de gasolina, en la fase de lanzamiento del nuevo «3», se convierte en toda una perla para el fabricante. Se trata del 6 cilindros más potente de la nueva gama: 330i de 258 caballos -27 más que la anterior versión- y que también lanza un órdago con un alto par de 30,6 metros/kilo entre 2.500 y 4.000 vueltas, lo que propiciará una elasticidad y un comportamiento dinámico se diría inéditos en el segmento de militancia. Y eso no es todo. El novedoso 6 cilindros, dotado de la tecnología de magnesio ultraligero y con sistema «Valvetronic» para la regulación de las válvulas, se conforma con 6,3 segundos para acelerar de cero a cien y alcanza una punta (autolimitada) de 250 por hora. El consumo medio se cifra en 8,7 litros. En el apartado de gasóleo, el fabricante confía su inicial oferta al conocido «diesel deportivo» 320d (4 cilindros turbodiesel common rail segunda generación) que entrega 163 caballos; 8,3 segundos en aceleración de cero a cien y con solamente 5,7 litros de consumo medio. Un motor que, sin filtro de partículas, cumple con las más estrictas normas (UE4) de emisiones contaminantes. Todas estas mecánicas vendrán unidas a cambios manuales de 6 marchas y, opcionalmente, a la caja secuencial también de 6 velocidades. En suma, que pese a seguir contando con unas plazas traseras algo justas para lo que ha crecido la generalidad del coche, el nuevo Serie 3 permitirá a BMW seguir conservando, sino afianzando, su posición de privilegio en el segmento medio de los especialistas donde, visto lo visto, cada día las propuestas se acercan más a escalones superiores.

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