EMOCIÓN DERROTAS
El ojo seco es la enfermedad más habitual en oftalmología Los famosos también lloran El fútbol
|||| Frente al caudaloso llanto de personajes televisivos como Fresita (para el doctor Murube una perfecta desconocida) están aquellas personas que no pueden llorar, ocasionalmente por una cuestión psicológica, pero en su gran mayoría por razones físicas como el llamado ojo seco, la enfermedad más frecuente de la oftalmología; por ello, en el congreso que tendrá lugar del 1 al 3 de abril en el Palacio de Congresos de Madrid, en el que estarán «cientos de investigadores y de clínicos de todo el mundo», y aprovechando la presencia de numerosas personalidades de la dacriología, «daremos un curso para pacientes de ojo seco, con proyecciones, en términos sencillos y traducción simultánea», adelanta el doctor Murube. Maruja C. es una abuela coruñesa que lleva quince años sufriendo el problema del ojo seco, algo que se nota en sus ojos permanentemente entrecerrados y en las habituales molestias y dolores que sufre. En todas las artes Más allá de la medicina, las lágrimas están presentes en todos los campos del arte desde la pintura, en la que recientemente fue noticia el cuadro de Velazquez Las lágrimas de San Pedro, vendido por seis millones de euros, hasta la música, donde las letras de algunas canciones, sobre todo cuando se trata de boleros o rancheras, aparecen empapadas de llantos, sin olvidar que Raphael popularizó su Llorona y que incluso en la románticona Lola acaban pidiéndole a la compungida mujer, en medio del baile, «deja ya de llorar, porque te quiero....». En fotografía, y sobre todo para los gallegos, son especialmente significativas las lágrimas de la emigración retratadas por Manuel Ferrol en el puerto de A Coruña y que, según comenta Arcadi Espada en su libro Diarios (premio Espasa de ensayo), la limpia crudeza del llanto se debe en gran parte a que entonces la televisión no mostrara todavía como se lloraba en público. En literatura, las citas sobre el llanto formarían una amplia biblioteca, siendo quizá una de las más conocidas aquella de Tagore: «Si lloras porque no ves el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas». Algo semejante ocurre con el cine, con miles de escenas lloradas, e incluso con la política donde la número uno sigue siendo Evita Perón y su «no llores por mi Argentina».