«Espero encontrar una mujer tan perfecta como lo era Sandra»

En una sala del Hotel Eurobuilding, de Madrid, a pocos metros de donde los Comisarios del Comité Evaluador del COI, miden las posibilidades de Madrid como ciudad olímpica en 2012, Bertín Osborne me cuenta las indiscutibles razones por las que debemos escuchar su nuevo disco. «Las canciones de este CD han sido número uno en casi toda América, además creo que he demostrado que para hacer un disco absolutamente moderno no hace falta irse a Nueva York, puede hacerse en Caracas, como ha sido el caso. Por último: es lo mejor que he cantado en mi vida». -¿Qué le han dado los americanos para tenerle tan entregado? -A mí me da coraje que cantantes de la talla de Franco De Vita, Ricardo Montaner o Ricardo Arjona, que son ídolos en toda América, sean prácticamente desconocidos en España. Y bueno, yo creo que es un poquito el pequeño homenaje a toda esa gente. -¿Podemos aprender algo de los americanos? -De los norteamericanos no tenemos nada que aprender, absolutamente nada, salvo el amor a su patria. -¿Cree que los españoles no le tenemos amor a la nuestra? -Ninguno, en comparación a los americanos. Yo concretamente sí, pero no soy representativo del sentir general. Yo, al igual que ellos, tendría una bandera de mi país en el jardín de mi casa. -¿Por qué una canción a Venezuela? -Como todas las que he grabado en este disco tiene su historia. Es una canción que siempre me gustó y un día la canté en un telemaratón en Caracas. Yo no sabía que esa canción la utilizaban en las manifestaciones. Para mi sorpresa cuando la canté, cuatro mil personas se pusieron de pie y empezaron a aplaudir y a llorar. Fue tan impresionante que decidí grabarla. -«Señora de las cuatro décadas permítame descubrir qué hay detrás de esos hilos de plata y esa grasa abdominal¿» es la letra de otro de los temas. Esa naturalidad, esa gracia por arrobas, ¿es herencia de papá o de mamá? -No, no, esa es una canción con la que intento subir la autoestima a las señoras de cuarenta para arriba: «Señora no le quite años a su vida, póngale vida a sus años que es mejor». Las señoras de 40 no pueden dar por terminada su vida. Mucha gente cuando cumple esa edad se abandona y yo creo que las mujeres de 40 años hacen raya cuando van por la calle y saben mucho más. Tienen una mezcla de experiencia y juventud que las hace muy atractivas. No necesitan esconderse detrás de un escote. Para mí es una de las mejores canciones del disco. -Julio Iglesias, Serrat, Lluis Llach, Bertín Osborne: ¿Qué música tiene el vino que les tiene seducidos a todos los cantantes? -Bueno, aquí hay de todo; hay gente que sólo ha hecho de forma testimonial algo y otros que se han dedicado. No es lo mismo prestar tu nombre a una firma, que comprar una empresa e involucrarse en todas las cadenas de producción que es lo que estoy haciendo yo¿ -Usted lo del vino lo lleva en la sangre, ¿no? -Sí, lo he mamado y he trabajado cuatro años de ejecutivo de exportación de una bodega de vinos. Si no hubiera empezado a cantar seguiría trabajando de ejecutivo en el mundo del vino. -¿Cómo le trata la vida? -Los dos últimos años han sido muy negros para mí, pero tengo una fe absoluta en 2005, y un ánimo increíble. Estoy convencido de que va a ser un año importantísimo en mi vida. -Para alguien que vive tan rodeado de música, el silencio ¿es algo de lo que tiende a escaparse o algo que busca como refugio? -Yo no vivo rodeado de música,. En el coche llevo un montón de Cds con música maravillosa pero escucho la radio. Soy de radio, soy muy radioescucha y al mismo tiempo me encanta el silencio. Me gusta el silencio del campo y me encanta el silencio y el olor de mi bodega. -Hablando de la bodega¿ Por qué Rioja y no Ribera del Duero u otra D.O.? ¿Huye de las modas? -Si, yo siempre he huido de las modas, pero además estoy acostumbrado al Rioja porque en mi casa se bebía sólo Rioja. A mí me gustan los vinos suaves, de esos que puedes sentarte con un amigo a charlar y beberte una botella. Me gusta el Rioja y los vinos gallegos, el Alvariño y el Riveiro. El vino gallego de hoy en día es un vino espectacularmente bueno. El Alvariño es fantástico. Bebo Rioja, Alvariño, sidra y algo de cerveza, nada más. Nada de ginebras ni güisquis ni ninguna guarrería de esas. -A partir de los cuarenta la buena mesa, las cañitas y una pareja estable alimentan la inevitable curva de la felicidad. ¿Usted de qué prescinde para combatir el michelín? -Yo prescindo de la curva, que de entrada no la tengo. Como fenomenal, bebo mi vinito y mi cerveza, tengo compañía fantástica y no tengo curva. -Estoy muy intrigada Bertín, ¿de verdad que se casa? -Eso es una chorrada. Todos los años cuando me preguntan digo que me voy a casar en mayo, con novia y sin novia. De hecho una productora me ha ofrecido protagonizar una serie que se llama Me caso p'a Mayo. -¿Y que les ha dicho? -Que el día que me case lo sabrán cuatro o seis meses después. -Pero, ¿hace la serie o no? -Yo les he dicho que sí, que si la colocan la haré, es una comedia muy divertida. -«Dile que me encanta y que sea feliz porque nunca encontrará a una mujer como Sandra». Una amiga me ha dicho que te lo diga. -Sandra era una mujer muy especial, la verdad, una madre espectacular, una mujer fenomenal y se fue, como se fue mi madre. Tenemos que tener ese recuerdo presente siempre y de hecho lo tengo. Espero encontrar una mujer tan espectacular y tan perfecta como era Sandra. -En un programa de televisión dijo que la mujer de su vida había sido su madre. ¿Tiene usted complejo de Edipo? -No, no, lo que pasa es que era tan especial en todos sentidos que es muy difícil encontrar a alguien igual. Me encantaría conocer a alguien que me proporcionara esa sensación de paz y de tranquilidad que me proporcionaba mi madre. Era risueña, simpática y todo ello rodeado de una bondad absolutamente maravillosa.