«Valoro mucho la intimidad»

|||| Desde que A. F. V. supo que estaba embarazada, tuvo claro que prefería la medicina privada a la pública para el seguimiento del embarazo como a la hora del nacimiento de su hijo. «Valoro mucho la intimidad, y el trato humano y la opción de la epidural. Cuando nació Óscar en el materno no la ponían y en la privada te asegurabas que si no había contraindicaciones, te anestesiaban seguro», explica A. F. V. Óscar nació el 18 de marzo de 2004. «El parto se complicó un poco. Intentaron provocarme las contracciones con oxitocina, pero no hubo suerte, así que me hicieron cesarea, y todo salió bien. ¡Lloré tanto!... estaba tan emocionada» recuerda. Convaleciente de la intervención y asustada ante la llegada de su hijo, A. F. V. pasó los siguientes cinco días tranquila en su habitación individual «La intimidad es muy importante. Estás sensible por la experiencia vivida y quieres disfrutar del momento. Si tuviera otro hijo, volvería a repetir la experiencia en la privada», sentencia.