Diario de León

NACER EN CASA EN EL AGUA

«Mi bebé y yo, los los protagonistas» «Un parto con flores, incienso y música de fondo» EXPERIENCIAS ALTERNATIVAS

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León

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|||| Ana Fornero es miembro de la asociación nacional «nacer en casa». Y matrona de primaria. Defiende los nacimientos caseros profesional y personalmente, sobre todo tras haber dado a luz a sus hijos en su propia habitación, junto a sus seres queridos. «La llegada de mis dos hijos al mundo fue suave, cálida.. Mi bebé y yo éramos los protagonistas. Estábamos arropados, no manipulados» apunta tras matizar que, para ella, parir es un acto biológico y la posibilidad de tener un hijo en casa debería ser una opción de todas las mujeres. «Esto no es Holanda o Inglaterra. En España la mujer no puede elegir. La sanidad pública sólo ofrece un tipo de alumbramiento, el que marcan los protocolos hospitalarios» explica. Por eso ella y dos matronas más prestan sus servicios, gratis, a aquellas madres que vivan cerca de ellas y quieran vivir esta experiencia. «Llevamos el embarazo y practicamos el parto en casa si no hay contraindicaciones médicas», expresa. «Somos las primeras interesadas en que el parto sea seguro», insiste y recuerda que las matronas han sido a lo largo de la historia las encargadas de atender a las parturientas. |||| Eva Salgado vive en Moraña (Pontevedra). La distancia no fue un freno para cruzar España en busca de una atención más cálida y personificada. Y llegó a Acuario: clínica valenciana donde medicina tecnología conviven con un trato humanizado. Eva tiene claro que la mujer debe decidir cómo quiere parir. «Quería que mi hijo viniese al mundo de forma natural, el nacimiento te marca la vida. La primera visita al ginecólogo me hizo decidirme: no quería que ese hombre para el que yo no significaba nada tuviera algo que ver en mi embarazo. Y me fui a ver Acuario, y me encantó. Con mi primer hijo decoré la sala de partos como quise. La llené de flores, quemamos incienso y música hindú de fondo. Gabriel nació el 20 de julio de 1993 en el agua. Estábamos rodeados de matronas y creo que son mujeres quienes deben atender los partos. Pero el ginecólogo estaba ahí, pendiente de todo», relata. La experiencia fue tan buena que en su segundo embarazo no dudó en repetir. Y esta vez, Gabriel, que ya tenía 4 años, asistió al nacimiento de Miguel. Fuimos todos a Beniarbech «como unas vacaciones», recuerda Salgado.

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