El arte culinario de la cocina del pueblo

|||| El arte de comer, visto desde la óptica del placer estético de los sentidos, cada día tiene más adeptos, y la oferta en este sentido aumenta imparablemente. Ya no basta con que los ingredientes de un almuerzo o una cena estén correctamente presentados y que cumplan con el vital cometido de proporcionar al cuerpo la energía necesaria para seguir con su función. La comida ya no se contempla como un combustible imprescindible, cuando un restaurante plantea su carta lo hace buscando la armonía entre los sabores, la belleza en la presentación de los alimentos, incluso se profundiza en las texturas para que al degustarlos el comensal reciba estímulos táctiles. También se intenta que experimente con las sensaciones de los sonidos producidos por la masticación. Lo blando y lo crujiente, lo frío y lo caliente, lo dulce y lo agrio, los colores, el ritmo del servicio... todo es importante a la hora de plantear una comida. Y lo más sorprendente de este cúmulo de teorías gastronómicas es que ya no se experimenta sólo en los restaurantes de muchas estrellas, o en establecimientos dedicados a la nueva cocina, a la cocina de autor. Estos planteamientos han llegado ya a cervecerías como Cañas y Tapas, donde uno, en principio, pensaría que su propuesta culinaria tendría pocas complicaciones y escasa planificación. Pues no. Cañas y Tapas presenta a lo largo de este año su ciclo gastronómico La buena mesa , cuya primera jornada está teniendo lugar en estos días. Para elaborar el conjunto de platos que se ofrecen se ha tomado como base la familia del pueblo. Raciones compuestas principalmente por patatas, croquetas y revueltos se combinarán en varios menús específicos. La selección de embutidos incluye ibéricos, morcillas, un mixto de croquetas y patatas bravas. La selección de solomillo se conforma con solomillo de cerdo ibérico servido en filetes y cubierto con queso fundido, chorizo a la sidra, croquetas de jamón y patatas alí-oli. Y la tercera, que han llamado Selección del secreto , contiene secreto ibérico, entrecot, revuelto de trigueros y gambas, croquetas de piquillo y patatas dos salsas. Todos los platos están pensados para compartir y elaborados con ingredientes de primera calidad, teniendo un precio del menú es de 10 euros por persona. Los clientes de Cañas y Tapas podrán disfrutar de esta oferta en las 70 cervecerías que la firma tiene en España y, naturalmente, también en León. Como puede comprobarse se trata de hacer un recorrido por la cocina de siempre, la cocina del pueblo, incluyendo unos cuantos capítulos de ese apartado tan de moda que es el de las tapas. Sabores sencillos elaborados con todo el esmero y presentados de una forma agradable que permite disfrutar de muchas creaciones culinarias a unos precios realmente interesantes. Esta compañía nacional de hostelería, creada en 1999, es una marca comercial propiedad del grupo Zena y su concepto se basa en el desarrollo de cervecerías clásicas donde poder disfrutar de las mejores tapas y raciones de la cocina tradicional española en un entorno abierto, atractivo y acogedor. En tan sólo cinco años la firma ha superado los 70 establecimientos a nivel nacional y da empleo a casi un millar de profesionales del sector de la restauración. También es especial su forma de servir la cerveza gracias al sistema doutank implantado en sus locales, que permite servirla sin anhídrido carbónico. La cerveza llega directamente a la bodega transportada en camiones isotérmicos, para después ser vertida en tanques de cobre donde se mantiene a una temperatura constante de 2 grados centígrados que conserva intactas su cualidades naturales.