Medio Ambiente protegerá los árboles singulares

Llevan colgado el nombre de singulares. Son ejemplares que han soportado las inclemencias más rigurosas de la climatología, escuchado historias de vida y muerte y resistido con entereza las acometidas indiscriminadas de las talas de los bosques. Árboles que llaman la atención por su porte, edad, originalidad o características botánicas, que suelen estar asociados a tradiciones, anécdotas y leyendas y constituyen una importante riqueza que es preciso proteger. Para ello, la Consejería de Medio Ambiente ultima el Decreto por el que se regula el «Catálogo de Especimenes Vegetales de Singular Relevancia de Castilla y León» cuya finalidad es establecer una protección jurídica que facilite su conservación, impida su tala y les proteja contra los ataques de las plagas. En una Comunidad con una extensión y una historia como la nuestra no es de extrañar que parte de la vida de un pueblo o incluso de una comarca se haya escrito a la sombra de un árbol, que forma además, parte de su patrimonio. Según el consejero de Medio Ambiente, Carlos Fernández Carriedo, a pesar de que en Castilla y León existe una gran diversidad de especies arbóreas autóctonas, reflejo de la rica gama de ambientes ecológicos que conforman nuestro territorio, «el respeto y el aprecio social del que gozan estos árboles no han sido siempre garantías suficientes para su conservación efectiva. Por eso, se pretende asegurar la conservación y protección de estos auténticos monumentos vivos para que castellanos y leoneses puedan disfrutar de ellos durante tantos años como lo permita su ciclo biológico». Medidas de protección El Catálogo, que tiene la consideración de un registro público, tiene un carácter abierto e incluye 150 ejemplares pertenecientes a 16 familias, siendo las más abundantes las Fagáceas (hayas, robles, encinas), con 56 ejemplares, seguida de Pináceas (pinos), con 26, Taxáceas (tejos), con 11, Taxodiáceas (secuoyas) con 10, y Cupresáceas (sabinas, cipreses), con 9 ejemplares. Por provincias, Burgos es la que más árboles aporta al listado (36), seguida de Ávila (23), Soria (17), Salamanca y Segovia (16 cada una). Las de Valladolid (13), León (11) y Palencia (10), ocupan una posición intermedia mientras que la relación se cierra con la de Zamora (8). Entre las medidas para proteger estos árboles singulares, destaca la prohibición de destruirlos, dañarlos o marcarlos, así como utilizarlos como apoyo o soporte físico. Además, cuando la importancia y estado del ejemplar lo aconsejen, la Consejería aprobará un plan de conservación específico que recogerá las actuaciones silvícolas o fitosanitarias necesarias que garanticen su pervivencia. Los titulares de los ejemplares podrán disfrutar de los frutos o producciones y deberán informar de cualquier síntoma de decaimiento que puedan apreciar en ellos. Además, se establece una zona periférica de protección que afectará a su copa y a una franja de terreno de cinco metros alrededor de ella en la que estará prohibido encender fuego y cualquier otra actividad en el árbol o en el suelo que pueda afectar negativamente al ejemplar. Fernández Carriedo anunció también que «se puede producir la exclusión del catálogo cuando por deterioro natural del árbol se hubieran perdido las condiciones que le otorgaban su anterior relevancia o, cuando por razones diversas el ejemplar deba ser objeto de alguna actuación que le perjudicara, siendo esta exclusión motivada por parte de la Consejería de Medio Ambiente».