3,6 millones de toneladas de papel se reciclan cada año

La industria papelera española recicla anualmente 3,6 millones de toneladas de papel recuperadas en España y un millón más procedente de otros países. Dicha cantidad supone que se recoge el 50,5% del consumido, lo que coloca a nuestro país por debajo de la media de la UE (58%) y muy lejos de países como Alemania (74%) o Finlandia (73%). Según el sector papelero, «el importante crecimiento de la recuperación registrado en los últimos años se ha ralentizado y el incremento de apenas un 1% en el año 2003 viene a confirmar el estancamiento y la necesidad de dar un nuevo impulso a la recogida selectiva de papel y cartón». Hay que destacar que en el periodo 1995-2003 la producción de papel ha registrado un crecimiento acumulado del 48%. Estos son algunos de los datos que se recogen en la primera Memoria Sectorial de Sostenibilidad que se publica en España, elaborada por la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel), un sector que cuenta con más de 130 instalaciones y cerca de 18.000 empleos directos y 90.000 indirectos. En el informe se formula la contribución decidida del papel y las empresas que lo fabrican a la mejora de la calidad de vida y al desarrollo sostenible mediante la gestión forestal sostenible, procesos productivos limpios y el reciclado continuo de sus productos. En este sentido, se hace un repaso de los índices de sostenibilidad como la energía empleada, la cogeneración, las emisiones atmosféricas, el uso del agua y los residuos generados. Producción limpia Según la memoria de Aspapel, el 91% de la energía empleada en los procesos de producción procede de combustibles limpios (62% gas natural) o renovables (29% biomasa residual). La potencia de cogeneración con biomasa es de 1.020 MW (capaz de abastecer a una ciudad de 1,5 millones de habitantes), representa el 2,5% de la electricidad que se produce en España y permite un importante ahorro de energía primaria con la consiguiente reducción de emisiones tanto de dióxido de carbono como de óxidos de nitrógeno. En cuanto a los residuos, de las 800.000 toneladas generadas al año por el sector, tan sólo una mínima parte son peligrosos y se producen en su mayor parte en el reciclaje del papel recuperado que llega a las plantas de tratamiento con materiales extraños (plásticos, grapas, bolsas, materia orgánica, arena), los cuales son rechazados generándose entre un 10 y un 35% de residuos no peligrosos. El sector busca nuevas vías de reducción o valorización, como sucede con los utilizados como compost o con los procedentes del destintado, empleados en la fabricación de ladrillos. Desde Aspapel se indica que el aprovechamiento energético de los residuos podría mejorar hasta en un 20% la estructura de combustibles del sector. En el documento se refleja también que la industria papelera depura el 95% del agua utilizada, que desde 1990 se ha reducido en casi un 40% su consumo y que el vertido ha disminuido en un 40% para la celulosa y en un 70% para el papel. En estos catorce años, la demanda química de oxígeno de los efluentes por tonelada producida se ha reducido en un 36% para el papel y en un 55% para la celulosa y los sólidos en suspensión por tonelada han disminuido en un 58% para la celulosa y en un 89% para el papel. Igualmente, los compuestos orgánicos halogenados presentes en los efluentes producidos por la fabricación de celulosa blanqueada, se han reducido en un 62%. Esto supone que el 96% de la producción de celulosa blanqueada es ECF (libre de cloro elemental) o TCF (totalmente libre de cloro).