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Nissan 350Z Roadster, nuevo capítulo en la historia «Z»

La magia continúa... biplaza con capota de lona y motor V6 de 280 CV. Nissan sigue recuperando el gusto por los emblemáticos deportivos. Eso sí, habrá que estar dispuestos a pagar alrededor de 41.000 euros... para empezar

Publicado por
FERNÁNDEZ ZARDÓN | texto
León

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Hace un par de años, el lanzamiento del coupé 350Z ya fue toda una sorpresa en los catálogos de Nissan: el fabricante nipón recuperaba su «tradición dormida» por los deportivos. Ahora, la llegada del Roadster, acentúa el carácter de un coche que recupera, aún más, la magia de aquellos biplazas descapotables que hicieron furor a mediados de los cincuenta... del siglo pasado. En sólo veinte segundos y con total automatismo (funcionamiento eléctrico) puede disfrutarse del aire en la cara, con idénticas condiciones dinámicas que su hermano gemelo el coupé. Además, tanto si la capota está plegada como desplegada, el diseño del Roadster mantiene inalterables la fuerza y el dinamismo del 350Z, gracias a la incorporación de un refuerzo en la plataforma del coche capaz ded absorber las torsiones clásicas de un coche abierto. Los asientos ventilados, tapizados en cuero, resultan ser una singularidad en el equipamiento de serie del nuevo Roadster. Una sección central realizada en tejido de rejilla, permite la circulación de aire fresco alrededor del cuerpo de los ocupantes. Mientras el habitáculo del coche está especialmente orientado hacia el conductor: cuentarrevoluciones como elemento central del cuadro de instrumentos, flanqueado por el velocímetro y un segundo dial en el que se combinan el testigo del depósito de combustible y la temperatura del agua de refrigeración del motor. Otros tres instrumentos, ubicados en el centro del tablero aunque también claramente orientados hacia el conductor, ofrecen información adicional. Aunque los deportivos convertibles no destacan especialmente por su capacidad para el equipaje -tampoco tiene porqué- el 350Z Roadster ofrece un espacio de carga inusual en este tipo de realizaciones: 130 litros en un espacio prácticamente cuadrado en el puede alojarse una maleta de gran tamaño. Además, a semejanza del coupé, se dispone de una caja con llave situada detrás del asiento del acompañante para el transporte de pequeños objetos y al abrigo de miradas -e intenciones- «indiscretas». La joya de la corona viene de la mano del acreditado V6, 24 válvulas, de 3.5 litros (ya utilizado en el coupé) y que -culto al concepto Roadster- transmite sus 280 caballos a las ruedas posteriores a través de una caja de cambios manual de 6 marchas y con un árbol de transmisión directamente inspirado en los coches de carreras con los que Nissan ha participado en las 24 Horas de Le Mans y construido en fibra de carbono. Una mecánica considerada, desde su aparición en 1994, como «uno de los diez mejores motores del mundo» y que adquiere ahora una nueva dimensión «melódica» merced a lo que el fabricante denomina «sonido de escape modulado»; es decir, «ambiente» asegurado... sin contagiosas estridencias: el sonido se maximiza en aceleración (entre 1.000 y 3.500 revoluciones) y se amplifica entre 3.500 y 6.000 vueltas gracias al empleo de conductos de admisión directos. Sin embargo, en condiciones normales de crucero y en aras de la confortabilidad acústica, el sistema se atenúa y «civiliza». Las cartas de presentación de nuestro protagonista no pueden ser más contundentes: 250 por hora de autolimitada punta y 6,4 segundos para acelerar de cero a cien. Por cierto, Nissan fabrica anualmente más de medio millón de motores del tipo VQ -el V6 que nos ocupa- en su planta de Iwaki (Japón), unánimemente considerada como unas de las plantas de montaje de motores más avanzada del mundo. Este motor lo adopta Nissan en varios productos de sus catálogos, como el Murano y el Pathfinder, además del 350Z Coupé y ahora el Roadster. En el plano dinámico, el 350Z Roadster hace gala de un bajo centro de gravedad -incuestionable estabilidad- y de un equilibrado reparto de pesos (53/47) que, junto a las anchas vías y a las suspensiones independientes de aluminio forjado, aseguran un comportamiento de auténtico deportivo. Siguiendo esos cánones, los de la deportividad emanada de la competición, tanto las suspensiones delanteras como las posteriores están montadas sobre subchasis separados. La guinda del comportamiento dinámico viene dada por un sistema de frenos, firmado por Brembo, con discos ventilados en ambos trenes y unas sugestivas pinzas en el característico color dorado de la casa, claramente apreciables a través de las llantas. Como en el caso del Coupé, el nuevo Roadster viene muy equipado de serie y, en consecuencia, su paquete opcional es reducido. El equipamiento de serie del Roadster incluye, además de la capota eléctrica, climatizador automático, faros de Xenón con lavafaros y asientos con reglaje eléctrico. En el capítuo de seguridad pasiva, además de los arcos de seguridad individuales, se cuenta con airbag frontales y laterales. Y en apartado de seguridad activa las ayudas a la conducción contemplan el control de tracción -propulsión en este caso- (TCS) y el control de estabilidad (ESP), junto con el ABS y la ayuda a la frenada de emergencia. La versión más equipada de la gama, el Roadster Pack, incluye asientos calefactables en cuero negro, control de velocidad de crucero y un especial sistema de audio Bose, con amplificador DSP de baja distorsión que, mediante un micrófono situado en el parabrisas, se compensa el incremento del ruido ambiental en el habitáculo, bien sea por el viento cuando se circula descapotado o por el tren de rodaje cuando la capota está cerrada. Finalmente, existe una opción únicamente disponible para el Roadster Pack: el acabado Alezan, que incorpora asientos de piel negra y naranja con ventilación central, así como los pomos de la palanca de cambios y freno de mano en piel color naranja.