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Seat León, así será... definitivamente

Se desveló la incógnita. Deportividad y exclusividad estética. Tal como se intuía, los rasgos definitivos del nuevo Seat León difieren muy poco del prototipo que dio a conocer el fabricante hace algunas semanas. En junio, tras su puesta de larg

Publicado por
JAVIER FERNÁNDEZ | texto
León

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Perfectamente identificable en lo estético y heredero en lo tecnológico de las últimas propuestas lanzadas por Seat, el nuevo León comenzará su andadura comercial a principios de este próximo verano con, inicialmente, dos mecánicas de gasolina y otras tantas diesel: 1.6 litros (102 CV) y 2.0 FSI (150 CV) inyección directa. Mientras los turbodiesel bomba-inyector vienen dados por el 1.9 TDI de 105 caballos y el superior 2.0 TDI de 140, disponibles en cuatro niveles de acabado: Reference, Stylance, Sport y Sport-Up y unidas (las mecánicas) a cajas manuales de 5 y 6 marchas, según versiones, con la posibilidad opcional de elegir las transmisiones automáticas Tiptronic y DSG (embrague pilotado). Tal como se presuponía, y con tan sólo leves diferencias más de practicidad que de concepto, el nuevo León resulta ser casi un «calco» del prototipo que diera a conocer Seat en las últimas semanas. Aún más, se diría que el concept-car Salsa creado en el año 2002 ya tiene su auténtica proyección en la vida real y en perfecta combinación de funcionalidad, en carrocería cinco puertas, con la deportiva imagen de un coupé. Estéticamente, el León resulta perfectamente reconocible en un frontal «marca de la casa», donde campa por sus respetos la parrilla de bandas verticales y una generosa «S» que no deja lugar a dudas respecto a su procedencia. Eso, por no hablar del sugestivo conjunto de proyectores y, como en los también recientes Altea y Toledo, unos limpiaparabrisas ubicados en los extremos de la sobredimensionada luna frontal, por mucho que, a diferencia de lo visto en el Altea, los brazos de las escobillas no estén escamoteados. Lo de la línea coupé, y la firma de Walter de Silva, se pone también claramente de manifiesto por la ubicación de los tiradores de las puertas traseras: camuflados y verticales, una solución que, no por vista (Alfa 156 y 147), deja de resultar acertada. En comparación con el León que ahora desaparece de catálogo, la nueva realización crece en 13,2 centímetros (4,31 metros de longitud total), mientras la anchura se incremente en 2,6 centímetros ( 1,77 metros totales). También la batalla (distancia entre ejes) aumenta en seis centímetros, con lo que esta cota, muy influyente en la habitabilidad interior, alcanza los 2,58 metros. Eso sí, la perfilada línea exterior ha traído como consecuencia una rebaja en la altura del León con respecto a la del Altea -del que utiliza la plataforma- cifrada en once centímetros menos, con lo que la altura total del nuevo León queda en 1,46 metros. También el maletero adquiere formas más aprovechables y presenta una capacidad de 341 litros... uno más que la anterior generación del León. El interior inspira su realización en multitud de detalles deportivos y, como en el exterior, su realización se aleja muy poco de la observada en el prototipo incluso, como se presuponía, adopciones como el volante achatado en su polo inferior se reservarán para las versiones más potenciadas y exclusivistas de la gama, los Cupra y Cupra R. La mayor distancia entre ejes propicia una también mejor habitabilidad con respecto al modelo actual. Cuatro motores Para su lanzamiento comercial, previsto para el segundo semestre del año, el nuevo León contará con dos motores de gasolina y otros dos gasóleos. El acceso de gama será el 1.6 litros (inyección indirecta convencional) de 102 caballos, mientras la versión más potenciada vendrá dada por el 2.0 FSI (inyección directa) que entrega 150 caballos. El apartado diesel está representado por dos motores sobradamente conocidos: el 1.9 TDI (105 CV) y el 2.0 TDI de 140 caballos, ambos turbodiesel de inyección directa por sistema bomba-inyector, una aplicación técnica profusamente utilizada en los catálogos del consorcio germano de Volkswagen. Cabe suponer que su comportamiento dinámico no defraudará. El «chasis ágil», desarrollado por Seat, se ha optimizado con la adopción de la suspensión trasera multilink , independiente multibrazo, mientras en el tren delantero -también de ruedas independientes- se monta suspensión McPherson anclada a un nuevo subchasis de aluminio. La dirección es de asistencia electromecánica, los frenos (discos ventilados delanteros y macizos traseros) llevan ABS, también control de tracción TCS y programa electrónico de estabilidad ESP de última generación (mejor capacidad de frenada y direccionabilidad). En el capítulo de seguridad pasiva, el nuevo León monta seis airbag (dos frontales, dos laterales delanteros y dos de cortina) que pueden complementarse opcionalmente con los airbag traseros. Como en el Altea, también el nuevo León, por la forma del capó delantero, sus bisagras colapsables y la posición vertical de los brazos limpiaparabrisas, presenta unas formas especialmente protectoras para los peatones en caso de atropello. En suma que, vistas las primeras fotografías oficiales y los planteamientos técnicos, el León puede seguir dándole a su fabricante... días de vino y rosas.