Tres personas como mínimo y sentido común

Es en los meses de verano cuando el Greim tiene más trabajo. El buen tiempo hace que los excursionistas se calcen sus botas para adentrarse en la naturaleza. En el momento que el Greim recibe la llamada de auxilio preguntan al accidentado cual es su posición o una aproximación de dónde podría estar. Una vez situado, el guardia civil intenta tranquilizar al herido mientras se preparan para la salida. Desde este grupo de montaña de la Guardia Civil se recomienda a los excursionistas que no vayan solos y que como mínimo, el grupo de personas sea de tres. La razón, porque en el caso de que haya un herido uno de ellos se puede quedar con él y el otro será el encargado de ir en busca de ayuda. También recomiendan llevar un móvil o una emisora. El que se queda con el herido debe practicarle los primeros auxilios, pero sólo en el caso en el que tengan los conocimientos para ello, y mantenerle caliente, por eso también recomiendan llevar una manta térmica, que pesa y ocupa poco, para cubrir al accidentado. El miembro del grupo que va en busca de ayuda debe fijarse bien en el lugar en el que ha dejado a sus compañeros para que después resulte más fácil encontrarlos. Por este motivo el Greim recomienda que siempre se informe a alguien del itinerario o la zona por la que se va a caminar y se lleve algún tipo de mapa. Pero desde el Greim lo que más se aconseja es aplicar el sentido común. Tener siempre en cuenta las condiciones climatológicas, principalmente las tormentas, y no acercarse demasiado a los barrancos y, sobre todo, en el caso de que las hubiera, prestar mucha atención a las señales indicativas. Por eso la mayoría de las veces es conveniente que el grupo parta acompañado de un guía, alguien que conozca la montaña o la zona por la que van a moverse. Es preciso tener en cuenta que la excursión concluye al llegar a casa.