Jeep Grand Cherokee, renovación al alza

Con una docena de años de vida comercial sin prácticamente ningún cambio, la tercera generación del Grand Cherokee, todo un clásico en las realizaciones todoterreno, se beneficia de la interesante combinación que supone la tecnología alemana (Mercedes) con las versátiles condiciones 4x4 tradicionalmente firmadas por Jeep (Chrysler). Así, el nuevo modelo que comenzará a desembarcar en los concesionarios a finales de este mes de mayo hace gala de unas cartas de presentación que le permitirán codearse -cuando no superar- con lo más granado del panorama europeo: excelente sistema de transmisión total, motores potentes y refinados y una dirección de desmultiplicación variable capaz de condenar al ostracismo a los «históricos toques» del sistema en conducción off road . Eso sí, para que nadie se siente extraño... el fabricante mantiene una estética heredada de anteriores realizaciones y, desde luego, la «inevitable» parrilla de faros redondos y barras -siete- verticales que, doce años después, ha acabado por convertirse en todo un sello de identidad del Jeep Grand Cherokee. Aunque, también es verdad, una línea de cintura más alta y una menor cantidad de superficie acristalada acaban por conferir un aspecto más robusto a esta tercera generación. En cuanto a dimensiones, el renovado Grand Cherokee aumenta en diez centímetros su longitud y otros nueve su batalla, con lo que el habitáculo es ahora más generoso. Y no sólo en amplitud, también en equipamiento: control de estabilidad ESP (novedad en la gama), frenos con ABS, seis airbag (frontales, laterales y de cortina), control de presión de neumáticos, sistema antivuelco que llega incluso a frenar cuando detecta excesivo riesgo y el sofisticado sistema de tracción Quadra Drive II. Eso, por no hablar del climatizador, la radio con CD, los asientos delanteros con reglaje eléctrico y los elevalunas eléctricos. Como es habitual en el fabricante, la versión Limited añade tapicería de cuero, memoria en la regulación de los asientos, sensor de lluvia, llantas específicas... Donde sí que Jeep (Daimler-Chrysler) ha echado el resto es en la motorización de su nuevo Grand Cherokee. No sólo se adopta uno de los llamados motores HEMI (denominación tradicionalmente reservada por Chrysler a sus mecánicas más potentes) el V8 gasolina de 5.7 litros y 326 caballos, también se advierte la herencia de la estrella plateada en moderno V6 CRD (turbodiesel common rail) de 3.0 litros y 218 caballos, que supone toda una revolución en los catálogos de Jeep habida cuenta, bien se sabe, que los americanos no son precisamente amigos, como en Europa, de las mecánicas de gasóleo. La oferta motorística se complementa con el pequeño V8 de 231 caballos. Todos ellos -los motores- unidos a cambios automáticos de 5 velocidades, el del CRD también firmado por Mercedes y con funcionamiento secuencial. En el capítulo dinámico, las nuevas suspensiones (independiente delantera y rígida de cuatro brazos trasera) han traído como consecuencia una sustancial mejora en el comportamiento del modelo, sobre todo en carretera, sin perder por ello la «histórica defensa del 4x4» en Jeep, que producirá el nuevo modelo, a razón de 35.000 unidades «europeas» anuales, en las instalaciones austriacas de Graz. En suma, que sin llegar a la sofisticación de acabados y confortabilidad de sus rivales europeos, el Grand Cherokee podrá codearse con ellos sin complejos. Sólo falta saber el precio.