Prensa leonesa y autonomía

En un momento en el que no había excesivas alternativas en cuanto a medios de comunicación se refiere, los periódicos fueron durante la Transición los medios con mayor difusión informativa y prestigio, sobre todo a nivel local. Las publicaciones de prensa jugaron en León un importante papel de soporte del activo y a veces convulso debate que se estaba produciendo en la sociedad. ¿Cuáles eran los principales medios de prensa leoneses del momento? Con la mayor aceptación entre la opinión pública leonesa, el Diario de León fue el periódico más influyente durante la época de la Transición en nuestra provincia. Pese a que en sus orígenes -1906- estuvo vinculado al obispado leonés y a opiniones relacionadas con la doctrina católica, su larga trayectoria hacía que a finales de la década de los setenta hubiera sufrido importantes transformaciones y sus opiniones abarcaran una mayor variedad ideológica. Por otro lado, La Hora Leonesa era el otro periódico de gran difusión en la provincia. Su origen se remontaba al primero de septiembre de 1975 tomando el relevo de Proa , periódico de ideología falangista surgido en 1936 que había sido obligado a cambiar de nombre por coincidir con el de otro periódico. La Hora Leonesa , que por estos motivos pertenecía a los medios de comunicación del Movimiento, no había sido capaz de adaptarse suficientemente a los cambios que se habían producido en la sociedad leonesa durante el franquismo. Además del Diario de León y La Hora Leonesa se publicaban La Hoja del Lunes, apreciada especialmente por su información deportiva, y Ceranda . Éste último nació el dos de febrero de 1979 en el ámbito de la izquierda con la intención de captar la atención de dicho espectro ideológico. Contradicción sociedad-política Las características más significativas de la prensa leonesa en este período reflejan de forma elocuente lo que la sociedad percibía con respecto a la clase política en aquellos trascendentales momentos: un enorme desconcierto. Así, si en un principio el interés por el tema autonómico era escaso, el surgimiento de las asociaciones regionalistas «castellano-leonesas» en las provincias castellanas propició que la opción de Castilla y León pareciera la única posible, aunque no se apoyase con ningún entusiasmo. Pero la primera manifestación leonesista pilló a la prensa con el pie cambiado, pues se encontraban de pronto con un primer movimiento de masas, leonés, con una serie de ideas definidas respecto a la cuestión autonómica como eran la exigencia de un referéndum y la necesidad de crear la Comunidad Autónoma Leonesa. El incremento de la afluencia a estos actos, la salida de los representantes leoneses de las instituciones preautonómicas y el auge de organismos que propugnaban la autonomía leonesa hizo que durante el año 1980 estos periódicos se inclinasen por un marco autonómico propio. Sin embargo, cuando en 1981 se produjo el repentino viraje de los partidos mayoritarios -UCD y PSOE- aceptando la opción de Castilla y León, la confusión se extendió entre los diarios leoneses, puesto que se producía sin aparente explicación una clara divergencia entre la mayor parte de la clase política, que de repente consideraba imprescindible entrar en Castilla y León, y un movimiento social cada vez más amplio que pretendía la no inclusión de las comarcas leonesas en esas fronteras autonómicas. Así, durante los años posteriores se continuaría esta tónica hasta llegar, en 1984, a la mayor manifestación producida en León, un masivo rechazo popular a la opción de «Castilla y León». De esta manera, el papel de la prensa en estos años fue fundamental, puesto que mostró la diversidad de opiniones existente frente a la uniformidad autonómica a la que se estaba encaminando León.