Propiedades curativas

Desde el principio de los tiempos, las plantas también han estado relacionadas con propiedades curativas, en ocasiones unidas a mitos y leyendas y, en otras, demostradas científicamente. Sirvan como ejemplo la fitoterapia, que utiliza sustancias vegetales para prevenir, atenuar o curar muchas enfermedades. Recuerde que es recomendable seguir los consejos de un fitoterapeuta cualificado porque algunas plantas pueden ser tóxicas si se consumen en dosis elevadas, y no tomar aquellas que hayamos recolectado nosotros mismos ni mezclarlas. Las Flores de Bach constituyen otra terapia natural basada en que las enfermedades son producto de los conflictos emocionales y psicológicos, por lo que su prescripción se realiza teniendo en cuenta los sentimientos del paciente (miedo, soledad, incertidumbre, desesperación, desinterés) y no su enfermedad. Sin olvidar la aromaterapia, consistente en utilizar los aceites esenciales de las plantas (masajes, inhalaciones, cremas, baños) apoyándose en que a través del olfato influyen en zonas del cerebro relacionadas con el apetito, el sueño o la memoria. Los aromas y colores de las plantas influyen positivamente en estados de depresión, estrés o ansiedad, siendo recomendable la jardinería para quienes padecen estas patologías.