Cata en el Hotel Quindós de los vinos Pardevalles

|||| Mañana lunes se presentarán en el Hotel Quindós los nuevos vinos de las bodegas Pardevalles. Estas bodegas, fundadas por Rafael Alonso en el año 1949 para la producción de aguardientes y vinos, sufrieron una transformación total en 1989, momento en el que los hijos del fundador decidieron apostar de lleno por el vino de alta calidad, realizando entonces una plantación de viñedo totalmente en espaldera y modernizando todas sus instalaciones. En la actualidad la empresa cuenta con un total de algo más de 40 hectáreas de viñas, dedicadas en su mayor parte a la producción de Prieto Picudo, la uva autóctona de la comarca de Valdevimbre donde se ubican las plantaciones. Para la elaboración de sus caldos parten especialmente de la producción de sus pagos Cerroleón y El Gamonal, vendimiadas durante el mes de octubre, cuando han alcanzado el punto óptimo de madurez. La uva Prieto Picudo está considerada como una de las variedades tintas españolas con mayores expectativas de futuro, sobre todo si, como este caso, se consigue, con una esmerada elaboración, convertirlas en vinos de muy alta calidad. A pesar de su corta historia y su reducida producción Pardevalles, ha obtenido ya importantes premios como el Zarcillo de Bronce 2003, o el Primer Premio en categoría Tinto Joven en la Feria Tierra de León, de Valencia de Don Juan, en los años 2001 y 2004. La estrella indiscutible de los vinos que se presentarán mañana lunes en el Hotel Quindós, es el Pardevalles Crianza 2001, un estupendo tinto de Prieto Picudo envejecido durante 15 meses en barricas de roble francés y americano y reposado durante otros 15 meses en botella. Se trata de un tinto con intenso color rojo cereza con tonalidades púrpuras, que en nariz destaca por su aroma a frutas maduras armonizadas con notas especiadas y tostadas de la barrica. En boca es largo y complejo con notas amargas de los taninos que se funden perfectamente con la frutorsidad. Un vino con una gran presencia gustativa. Por su parte el Pardevalles Barrica 2003 se presenta al público después de haber pasado seis meses en barricas se roble y otros seis en botella. Mientras, el Pardevalles Tinto Joven 2004, ofrece a la vista un color rojo cereza con tonalidades azuladas. Es sobresaliente en nariz, donde se aprecian aromas de frita madura y toques de regaliz negro. En boca es fresco, persistente y amplio. Especialmente interesante es el Pardevalles Rosado 2004, un clarete joven que atesora todas las virtudes del tradicional vino de Prieto Picudo. Color rosa fresa, limpio y brillante. En nariz es intenso y fresco, con aromas a fresa y recuerdos cítricos y en boca resulta amplio y sabroso, destacando un agradable «picor» debido al carbónico residual... la aguja imprescindible en los buenos caldos de la Tierra de León. Las Bodegas Pardevalles han hecho también una interesante apuesta por un vino blanco joven, que elaboran con una acertada combinación de Verdejo y Albarín, consiguiendo un vino de color amarillo pajizo con reflejos verdosos, en el que sobresalen las notas frutales del Albarín, añadidos a los toques vegetales del Verdejo. En boca resulta un blanco afrutado con notable cuerpo y un paso por boca sabroso y persistente. En definitiva, una bodega emergente que tiene muchas cosas que decir en el cada vez más competitivo mundo de los caldos leoneses.