La comisión de autonomías de la Diputación Provincial

Tras las primeras elecciones municipales de la naciente democracia, que tuvieron lugar el tres de abril de 1979, la Unión de Centro Democrático (UCD) obtuvo la mayor parte de las alcaldías de la provincia. En consecuencia, la Diputación de León, que era la máxima institución provincial, pasó a tener 21 diputados de la UCD, el PSOE dispuso de cuatro, mientras que Coalición Democrática -que era la nueva denominación de Alianza Popular- y el PCE contaban solamente con uno. Esto muestra que la decisión que tomase UCD con respecto a la autonomía obtendría el respaldo de la mayoría, sin embargo, como ya hemos señalado, su postura no estaba clara. Esta falta de definición fue fatal en todos los aspectos, ya que al no participar en la elaboración de un estatuto leonés ni castellano-leonés, León se enganchó tarde a la organización autonómica de España. A finales de dicho mes fue elegido como presidente de la máxima institución leonesa el médico y concejal de la capital Julio César Rodrigo de Santiago. Una de sus primeras decisiones respecto al tema autonómico fue la de crear una Comisión que se encargase de estudiar las opciones que tenía nuestra provincia a través de su contacto con la sociedad. Este hecho muestra que en ese momento las posibilidades eran muchas: así, entre otras, se propusieron opciones como la región leonesa -León, Zamora, Salamanca-, la uniprovincialidad, la unión con Asturias, con ésta y Santander, o con Galicia. Pero lo que estaba claro era que el único movimiento popular que había mostrado amplios apoyos hasta el momento era el partidario de la autonomía leonesa, como había demostrado su primera manifestación. Afán de pluralidad Este grupo de trabajo se creó con un claro afán de pluralidad política, es decir, no intentando imponer la mayoría ucedista. De esta forma, como representantes de la mayoría estuvieron el presidente de la Diputación, acompañado de Javier Fernández Costales (concejal del Ayuntamiento de León); como miembro del PSOE, Celso López Gavela, alcalde de Ponferrada; José María Suárez González como concejal de Coalición Democrática de León y, finalmente, Manuel Rodríguez Barrero, alcalde de Villablino del PCE. Para pulsar la opinión de la ciudadanía decidieron en su primera reunión (en junio de 1979) elaborar una encuesta que sería enviada a los municipios y a todo tipo de instituciones para que emitiesen su opinión sobre la cuestión autonómica, no excluyendo la posibilidad de efectuar un referéndum. Otra importante decisión de la Diputación fue acordada en el pleno del tres de agosto, a petición de José María Suárez; en ella se decidió solicitar al ente preautonómico castellano-leonés la supresión del termino «León» de su nombre, ya que nuestra provincia todavía no había decidido si debía participar en esta iniciativa. Poco tiempo después, las distintas respuestas a la encuesta comenzaron a hacerse públicas, así la Cámara Agraria apoyó la unión con Castilla, mientras que Alianza Popular decidió en su Congreso provincial respaldar la opción de León sólo, al igual que hizo la Cámara de Comercio. Una de las últimas contestaciones fue del Ayuntamiento de León, que también optó por la uniprovincialidad. Fuera de plazo respondió el Partido del Bierzo que, asimismo, apoyó la reivindicación de León sólo, aunque dejando claras las aspiraciones de los ciudadanos bercianos, que ya habían sido expresadas en diferentes medios de comunicación.