VITALIDAD
«La ciudad lanza un grito de optimismo»
|||| Emilio Tuñón y Luis Moreno Mansilla, autores del Auditorio y del Musac, reconocen desde la privilegiada posición de quien observa el proceso desde fuera que hay muy pocas ciudades que en la actualidad tengan la vitalidad arquitectónica de León. Han sido testigos de excepción, impulsores también, de una década de cambio radical. «Cuando llegamos había miedo al cambio, pero hoy se detecta una contagiosa ilusión colectiva». En su opinión la arquitectura tiene un fuerte valor de cohesión social, porque «hace que la gente se identifique con su ciudad»; y reconocen que las soluciones que León ha dado a sus necesidades en los últimos años han sido de gran dinamismo. «Y lo que queda por hacer, con proyectos como la Azucarera». El fondo de la cuestión es, desde su punto de vista, que la arquitectura no es una cuestión estética, sino social, económica y cultural. «La vida de la ciudad se ha vuelto más dinámica, más alegre, con más actos culturales. Ese es el valor de la arquitectura. Desde edificios como el Musac se lanza este grito de optimismo de la ciudad».