Alfa 159, la herencia en sus genes
Renovada herencia, crecimiento contrastado y listón tan alto como cada cual guste situarlo. Alfa lo ha puesto... «allí» arriba. El 159, dibujado por Giugiaro, se presume como el mejor coche que haya firmado nunca el Biscione. Digno heredero del
Nueva plataforma «Premium» firmada por Alfa, dotada de suspensiones multibrazo y también prevista para su implantación en Lancia, Saab y Cadillac; hasta ocho airbag (incluso de rodilla para las plazas delanteras) y motores diesel entre 120 y 200 CV y gasolina de 160 a 260 CV. Con estos mimbres y una estética que recuerda a la del sustituido 156, aunque en realidad se trate de un coche distinto, el Biscione lanza un producto cuya calidad se distancia netamente de todo lo que haya construido Alfa Romeo hasta la fecha. Precisamente porque la sustitución de un modelo tan carismático como el 156 no era tarea fácil, el fabricante de Arese ha puesto toda la carne en el asador en la oferta de un modelo que pudiese sustituir dignamente al laureado antecesor. Así que, el centro de estilo de la marca ha contado con el contrastado lapicero de Giorgetto Giugiaro paras llevar a cabo la obra. El resultado es una carrocería 22,5 centímetros mayor que la del 156 (4,66 metros totales) lo que sitúa al nuevo 159 a sólo centímetros por debajo del buque insignia 166. La cota de anchura crece hasta 1,82 metros y la batalla alcanza ahora los 2,70 metros, lo que supone un incremento de 10,5 centímetros y, lógicamente, redunda en beneficio de la habitabilidad interior: mejor acceso, plazas «panorámicas» y marcos de puertas elevados. Además, el tercer cuerpo del 159 propicia un maletero de 405 litros (27 más que el 156) con la posibilidad de abatir el respaldo trasero, que permite el alojamiento de objetos especialmente largos. El interiorismo bebe en las fuentes del 156: volante de tres radios (multifunción y regulable en altura y profundidad), dos grandes esferas enseñoreándose el cuadro de instrumentos (velocímetro y cuentarrevoluciones) y una consola central especialmente orientada hacia el conductor. Lo más significativo es el sistema de arranque por pulsador en lugar de la tradicional llave. El fabricante ha llevado a cabo un gran trabajo de optimización del chasis (totalmente nuevo) con suspensiones independientes en ambos trenes: delantera de paralelogramo inferior y trasera multibrazo. La guinda es una dirección de carreras que no precisa más allá de las 2,2 vueltas entre topes, con lo que el guiado del 159 puede calificarse de excepcional. En lo referente a las implantaciones mecánicas, el Alfa 159 ofrece un amplio abanico de seis motores, tres de gasolina y otros tantos turbodiesel Multijet. Los de gasolina son todos multiválvulas de inyección directa (JTS) y su escalonamiento comienza con el 1.9 de 120 caballos, la propuesta intermedia es el 2.2 de 185 CV y el techo de gama viene dado por el V6 de 3.2 litros que entrega 260 caballos. Por lo que respecta a los gasóleos, Alfa ha puesto al día dos versiones del conocido 1.9 JTD Multijet, una de ocho válvulas que entrega 120 caballos y otra de dieciséis válvulas que llega hasta los 150 caballos; mientras que la versión más potenciada resulta ser una evolución del 2.4 Multijet (16 válvulas) de 200 caballos. Todos estos motores van unidos a cajas manuales de 6 marchas, aunque también podrán montarse opcionalmente cambios automáticos y secuenciales Selespeed, con mandos al volante. El Alfa 159 contará también con una versión de tracción integral Q4, exclusivamente animada por el motor V6, con tres diferenciales (Torsen el central) y una clara vocación deportiva desde el momento en que se prima la propulsión sobre la tracción: 43% sobre el tren delantero y el 57% restante sobre el trasero... toda una mágica evocación. En el capítulo de equipamiento, el 159 monta airbag de rodilla en las plazas delanteras y laterales delanteros y traseros, reposacabezas activos, sensores de aparcamiento, control de la presión de los neumáticos, faros bixenón... En suma, que Alfa Romeo está firmemente dispuesta a ponerles las cosas difíciles a sus enemigos naturales del segmento de militancia, un escalón comercial cada día más concurrido de novedosas tecnologías.