Diario de León

Abuelos de nuestro tiempo

Activos y comprometidos, el 80% de los mayores españoles confiesa en una encuesta «sentirse útil e ilusionado»

DANIEL

DANIEL

Publicado por
MANU MEDIAVILLA | texto
León

Creado:

Actualizado:

Los abuelos y abuelas españolas, que este pasado martes celebraron su Día, hacen gala de una «moral» a toda prueba: más del 90% de los casi 7,3 millones de mayores de 65 años se confiesa alegre y feliz, más del 80% se siente útil y el 80% se declara ilusionado. Toda una lección de optimismo en medio de un sistema económico que tiende a marginarlos bajo el imperio de «lo joven» (no es casualidad que la pobreza aceche a entre 700.000 y 1,5 millones de personas jubiladas) y de un sistema sociopolítico que no duda en aprovechar gratuitamente su capacidad para la educación y el cuidado de niños y mayores. Para rendirles homenaje por esta generosa entrega, que ahorra dinero y recursos humanos a un Estado de Bienestar todavía en construcción, instituyó Mensajeros de la Paz el Día de los Abuelos, que este año cumplió su séptima edición sin olvidar su otro objetivo inseparable: llamar la atención sobre las necesidades y carencias de las personas mayores. La ciudad de Gijón acogió este martes la celebración central, que reunió a nada menos que 3.000 abuelos y nietos de toda España en el Museo del Pueblo de Asturias. Pero la jornada se asomó también a múltiples escenarios por todo el territorio nacional, empezando por las 120 residencias y centros de mayores de la asociación que preside el padre Ángel y siguiendo por las actividades y encuentros intergeneracionales convocados por ayuntamientos, parroquias y centros. Entre los apoyos institucionales recibidos destacan los del presidente y la vicepresidenta primera del Gobierno, así como una bendición apostólica de Benedicto XVI en la que destacaba el enriquecedor papel de los abuelos como transmisores «de su conocimiento y sabiduría humana». José Luis Rodríguez Zapatero les agradeció su «buen trabajo» de cada día con sus familias y nietos y los describió como «la memoria viva de nuestro país y un puente entre las nuevas y las anteriores generaciones», mientras María Teresa Fernández de la Vega remacha que «una sociedad que se precie, moderna y avanzada, es una sociedad que considera siempre a las personas mayores como ciudadanos y ciudadanas activas». Cuidar y ayudar Los abuelos y abuelas han demostrado estar a la altura de las circunstancias y están cumpliendo sobradamente su parte de ciudadanía activa. Por un lado, como señala el reciente informe 2004 del Observatorio de Personas Mayores del Imserso, un 60% de españoles de más de 65 años se implica directamente, con mayor o menor continuidad, en el cuidado de sus nietos. Por otra parte, son muchos los que están dispuestos a echar una mano en diversas tareas: en el momento de la encuesta que sirve de base al estudio, un 6% cuidaba a adultos -la atención a sus parejas en situación de dependencia se ha hecho habitual incluso en edades muy avanzadas-, un 7% hacía reparaciones caseras o automovilísticas, un 8% mostraba sus destrezas en la confección, un 9% se las afanaba con la gastronomía y un 14% realizaba compras y gestiones. Abuelos, pues, de nuestro tiempo que asumen en primera fila su papel en el «colchón familiar» de las crisis y conflictos, una protección que ha aportado enormes réditos a la sociedad española. «Nunca como ahora han recibido los españoles tantos recursos y atenciones por parte de sus mayores», recalcaba el demógrafo Julio Pérez Díaz durante una mesa redonda especial sobre los abuelos dentro del segundo Congreso La familia en la sociedad del siglo XXI . Más aún, añadía la socióloga y trabajadora social Carmen Sánchez Moro, la colaboración en la tarea de educar y criar a los nietos es «más continua cuando los padres tiene alguna dificultad» por motivos de salud o laborales, y sobre todo en «otras situaciones más problemáticas o conflictivas en las que los familiares deben hacerse cargo del cuidado de los niños a causa del abandono y negligencia de los padres», como puede suceder con hijos de toxicómanos. El problema es que ese esfuerzo se hace a veces descomunal por su dificultad intrínseca y por el insuficiente apoyo de los servicios sociales, lo que recorta en la práctica sus posibilidades de ciudadanía activa. Tanto más cuando se le suman los apuros económicos, que se ceban especialmente en el colectivo. Inquietante estudio En el mejor de los casos, considerando el umbral de la pobreza como la percepción de ingresos inferiores al 50% de la media, 700.000 personas jubiladas son pobres; así lo señala un estudio de la fundación vinculada a UGT Uniate (Unión para la Asistencia e Integración de la Tercera Edad), que eleva a un inquietante 75% la cifra de mayores que reconocen «algún tipo de dificultad» para llegar a fin de mes. En el informe correspondiente al año 2004 del Imserso, que maneja como referencia los ingresos menores al 60% de la media, la pobreza sube hasta el 22% y salta por encima del millón y medio de mayores de 65 años.

tracking