Cerrar

Borrajo estrena un teatro sin barreras arquitectónicas

El artista abre en septiembre el teatro Amaya, que ha reformado con rampas, plazas especiales y todo tipo de servicios adaptados especialmente para minusválidos

Publicado por
LOLA RAMÍREZ | texto JUAN LÁZARO | fotos
León

Creado:

Actualizado:

Cuando lo adquirí era un cine y tuve que adaptarlo para teatro. Entonces me acordé de todos los que habían venido a verme en sillas de ruedas y se habían encontrado con las típicas barreras arquitectónicas». A Moncho nunca le pareció justo que la gente con minusvalías no pudiera disfrutar de un espectáculo en las mismas condiciones que cualquier otra persona. Para ello, se construyó una rampa de acceso al teatro muy cómoda, un baño adecuado, barandillas especiales para permitir el acceso al patio de butacas y huecos en las filas de asientos para que los discapacitados puedan disfrutar de la función desde sus sillas de ruedas. Moncho afirma que todo se hizo con un respeto escrupuloso de la normativa y bajo la supervisión del Ayuntamiento de Madrid, «que nos mandó a una persona para controlar que todo se hacía correctamente». Borrajo está encantado, sobre todo porque los beneficiarios de estas reformas asisten ahora felices a su espectáculo, lo disfrutan sin limitaciones y le muestran su agradecimiento. «La norma del teatro es que ellos entren los primeros, si así lo desean, y de igual forma salgan los últimos, para que les resulte más fácil». Una azafata se ocupa de abrirles las puertas y solventar cualquier dificultad que se pueda presentar. «Tuvimos algún problema con el tema del refrigerio. El bar se encuentra en la primera planta y para poner un ascensor, además de que nos costaba una burrada, tropezamos con problemas legales. Yo le comenté a la chica del ayuntamiento que si alguien quería tomar algo se lo pedía a la azafata y ella se lo bajaba. El teatro Amaya está protegido porque lo hizo un arquitecto de los años cincuenta y no se pueden tocar muchas cosas de la decoración. Una de las dificultades de instalar un ascensor era que jorobábamos una barandilla original de ese arquitecto». Humor frente al drama Donde sí que improvisa es sobre el escenario. A Moncho le gusta meterse respetuosamente con su público. Y con las personas que tienen alguna minusvalía tampoco se corta. «Hay un club de baloncesto en Vigo, donde juega un gran amigo mío, y cuando vinieron a verme se lo pasaron fenomenal. «Joder, tío, es que nos recogen las sillas y todo», me dijeron. Les puse en la primera fila, que está reservada para estas ocasiones, y los coloqué a los ocho juntos. Y en un momento determinado mandé levantar al público, los miré a ellos y les dije: «Ni se os ocurra, eh». Y uno de ellos, que sí podía levantarse, se levantó. «Coño -le dije-, va a venir más gente que a Lourdes». Siempre que vienen personas con algún problema físico, ya sean minusválidos, ciegos o mamás con niños con síndrome de Down, vacilo mucho con ellos para restarle importancia a su problema. Me agradecen mucho que le quite dramatismo al asunto». A él le gusta solidarizarse con la gente que tiene alguna minusvalía, ya que de alguna manera cuando era niño se sentía un poco disminuido. «A los cuatro años llevaba unas gafas con unos cristales de culo de vaso. Todos los chavales se mofaban de mí y me cantaban aquello de «gafitas, cuatro ojos, capitán de los piojos»». Colaborador de diversas ONG, no le gusta demasiado hablar sobre este aspecto solidario de su personalidad, cosa rara porque Moncho habla por los codos. Se le hace una pregunta y responde con un testamento. Con todos los sentidos vive una relación sentimental que va camino de cumplir las bodas de plata. Ahora que la ley se ha puesto de su parte, Moncho se plantea la posibilidad de pasar por el Juzgado y echar una firma. «No es una cosa que nos urja. Lo haríamos más que nada por temas legales, porque yo soy hijo único y si me muero todo pasa a mi padre, que es el que vive, o se lo queda el Estado», dice. En septiembre el Amaya abrirá sus puertas para estrenar España Cabaret . «Una mezcla de cachondeo y seriedad. Esta España nuestra ha sido siempre un cabaré y lo seguirá siendo toda la vida, entendiendo por cabaré ese mundo en el que parece que todo lo que se hace está prohibido y no es verdad», explica el artista. Con Moncho, estarán Rosa Valenty como vedette y José Luis Mosquera como actor y transformista.

Cargando contenidos...