Diario de León

Urueña, un paraíso cultural anclado en la Edad Media

El municipio vallisoletano se convertirá en la primera Villa del Libro de España, un broche de oro para la revitalización cultural de la localidad

MIRIAM CHACÓN

MIRIAM CHACÓN

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M. MARTÍN | texto
León

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Hasta ahora, sólo doce ciudades de todo el mundo, en los países de Malasia, Italia, Suiza, Bélgica, Holanda, Finlandia, Francia, Gales, Escocia, Noruega y Estados Unidos poseen villas del Libro, enclaves con instalaciones y establecimientos relacionados con la lectura y con el objetivo de fomentarla. Dentro de unos meses, el municipio medieval de Urueña, en Valladolid, se convertirá en el primero y el único receptor de este proyecto cultural de toda España. De este modo, bajo el auspicio de la Diputación provincial impulsora de la iniciativa, esta villa amurallada y encaramada a una colina de los Montes Torozos se convertirá en un importante núcleo cultural al que acudan investigadores, turistas y lectores, lo que sin duda revitalizará aún más una localidad que, a pesar del empuje de la última década, parece seguir anclada en el Medievo. La Villa del Libro parte de una acción de apoyo al medio rural a instancias de la Diputación de Valladolid y en base a una idea del catedrático Jorge Manrique. La búsqueda del municipio que sería la sede futura del proyecto culminó en Urueña por su «atractivo», según reconoce el diputado de Bienestar Social, Luis Minguela. «Podíamos haber elegido otra, pero nos decidimos por Urueña porque está amurallada y conserva el encanto del pueblo típico de piedra vallisoletano. Además, tiene como aliciente a la Fundación Joaquín Díaz que va a ser importante para el funcionamiento de la Villa del Libro». Junto al encanto de la villa y la presencia idónea de la Fundación, un punto más a favor de esta localización fue la buena comunicación por carretera, ya que se encuentra tan sólo a dos kilómetros de la autovía AP-6 (Madrid-A Coruña). Así, se decidió que este municipio emblemático, declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico Artístico hace 30 años, era el más adecuado para acoger un producto de desarrollo basado en la cultura, el patrimonio y el turismo. Silencio, se lee Y es que Urueña desprende cultura por todas sus calles: desde la Casa del Mayorazgo, sede de la Fundación Joaquín Díaz, a la magnífica Ermita de la Anunciada, ejemplo del románico lombardo, pasando por los restos del Castillo (actual cementerio) y el recinto amurallado, impresionante observatorio del paisaje de los Montes Torozos y Tierra de Campos. La pretensión de desarrollar un turismo cultural de calidad y potenciar la lengua castellana como recurso turístico encaja a la perfección con este proyecto, cuyas obras se iniciarán en un plazo muy breve, según Minguela, y pretenden concluirse en 14 meses. Un amplio presupuesto, cercano a los 1,8 millones de euros, se empleará en la construcción de un gran centro llamado e-LEA (Espacio para la Lectura, la Escritura y sus Aplicaciones), diez librerías especializadas y un depósito de libros común para todas ellas. Estas nuevas instalaciones darán cabida a «todo lo relacionado con el libro, la lectura y la escritura», partiendo del edificio e-LEA, que actuará como «eje dinamizador» del resto de librerías. Este proyecto, asegura el diputado, constituye un paso más hacia «el empuje y relanzamiento de la villa» aunque, precisa, «no queremos que se masifique». En este sentido se enmarca el eslogan que el etnógrafo Joaquín Díaz ha propuesto para la Villa del Libro: «Silencio, se lee». Nadie apuesta por los pueblos La Villa del Libro constituirá un broche de oro para una localidad que ha ido transformándose poco a poco, con sigilo y con cuidado para no romper el statu quo en el que se ha mantenido durante siglos, dejando pasar al progreso de puntillas para no estropear el legado de sus antepasados. El punto de inflexión lo marcó Joaquín Díaz cuando, «huyendo del ruido» de la ciudad, se trasladó a Urueña en 1991 con sus instrumentos, su amor por la tradición y la cultura popular. Tras él llegó, unos años más tarde, Luis Delgado, que fundó otro museo de instrumentos. La cultura se fue haciendo sitio en Urueña a través de una librería, una tienda de antigüedades y otra de encuadernación, dos estudios de grabación, una empresa de artes gráficas y, por un efecto 'bola de nieve', esto atrajo a más visitantes hasta la villa, por lo que también se notó la expansión en el sector servicios. Así, Joaquín Díaz recuerda cómo hace años «éste era un pueblo casi fantasma, porque no había ni un bar donde tomar un refresco, estaban casi como en la Edad Media». De hecho, la primera frase que escuchó el etnógrafo cuando se instaló en la villa amurallada fue «esto se muere», recuerda. «Tampoco era ninguna novedad, ya que en aquel momento todos los pueblos estaban en declive y muchos de ellos no han parado y es que el problema del medio rural es que nadie apuesta por él». Para Joaquín Díaz, lo fundamental de su implantación en el municipio era «compaginar la vida agrícola y ganadera de siempre con los oficios liberales, que no hubiera fricción». El tiempo le dio la razón, hasta el punto de generar el surgimiento de un sector antes inexistente, como la hostelería. «Hoy hay tres mesones y dos casas rurales, montadas por gente de aquí, que no se ha ido», subraya. Todo esto demuestra, a su juicio, que «los pueblos se están muriendo porque queremos que se mueran, porque si en el medio rural se gastara la centésima parte de lo que se gasta en las ciudades, los resultados serían inmediatos». La apuesta de los jóvenes Uno de los jóvenes carrasqueños (naturales de Urueña) es Javier Vallecillo, propietario junto a su familia de uno de los mesones y de la casa rural Villa de Urueña. Casa de los Ilustres, recién abierta. «Somos de los pocos que hemos quedado en el pueblo», comenta, mientras explica que han regresado para abrir nuevos negocios a la vista de la evolución de la localidad. Tal como avanzan las cosas, intuye, «es muy probable que en cuatro o cinco años Urueña cambie hacia lo que es hoy Pedraza», es decir, un núcleo cultural de gran atracción turística. Sobre la nueva Villa del Libro, confía en que traiga cosas buenas para el pueblo, igual que opina Joaquín Díaz: «Todo lo que proporciones mejoras en el municipio es magnífico, pero si lo que trae consigo es tumulto...», dice, y es que ninguno de los 200 habitantes escasos que tiene actualmente la villa quiere perder la calidad de vida que allí disfrutan. Uno de los ejemplos de esta búsqueda de calidad de vida lo protagoniza Juan Antonio Moreno, que hace unos años dejó Madrid preocupado por cómo iba a educar a sus hijos en una gran ciudad. Gracias a él y a su familia, con dos hijos, la escuela del pueblo todavía se mantiene abierta. Contenido de la Villa Si se cumplen los plazos, en el mes de septiembre de 2006, la Villa del Libro será una realidad y la fisonomía de Urueña cambiará, fundamentalmente, por la construcción de un nuevo edificio, el Centro e-LEA, situado en el lado opuesto al Castillo, dentro del recinto amurallado, en una superficie total de 1.296 metros cuadrados en planta baja, sótano y jardín. En su interior habrá un área museística, donde se expondrán y explicarán los elementos y utensilios relacionados con la lectura y la escritura a lo largo de la historia y donde también habrá espacio para acoger conferencias y para la exposición rotatoria de asuntos relacionados con el libro, así como para estimular su producción y su intercambio. El LEA también incluirá un área pedagógica, con actividades dirigidas a profesionales, especialistas y escolares. Estará equipada con una biblioteca y mediateca de uso real, que proporcionará también comunicación virtual con el ámbito rural de la provincia. Se dedicará un tercer espacio a la investigación y documentación, con una línea propia y abierta a las tecnologías de la información y comunicación y sus aplicaciones, con proyección exterior. Finalmente, en el jardín se celebrarán círculos literarios, presentaciones de libros, coloquios y otras actividades al aire libre. Respecto a las diez librerías especializadas, se distribuirán en una superficie total de 389 metros cuadrados a lo largo de la muralla y se acondicionarán respetando el entorno de la villa. Serán gestionadas por las principales empresas del sector en España. Debido a las pequeñas dimensiones de estos establecimientos, se instalará un depósito de libros común para todos ellos, que se ubicará en el exterior del recinto amurallado. El coste presupuestado de todo el proyecto para la Villa del Libro de Urueña se acerca a los 1,8 millones de euros.

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