¿Por qué nadie quiere las piedras que recogí?
José Vicente Casado Martínez lleva más de 20 años recogiendo fósiles que reflejan el patrimonio prehistórico de la provincia de León. Sin embargo, a pesar de su gran valor ningún organismo público las quiere
Las curiosidades no tienen límite cuando se es pequeño. A cada paso que damos recogemos cualquier cosa, por insignificante que sea, dando lugar a colecciones que no tienen ningún sentido práctico y que finalmente, con el tiempo, acaban olvidados en un viejo trastero. Un ejemplo de estas inquietudes infantiles es José Vicente Casado Martínez, con la pequeña diferencia de que su aficción desde niño: recoger fósiles, ha dado lugar a una amplia colección que explica la historia leonesa desde la era Paleozoica, y que algunos quieren olvidarlo y abandonarlo en ese viejo trastero. Cualquier organismo público cultural pagaría millones por tener un elenco histórico de este calibre, pero León pasa de todo: «Es un patrimonio de León que sirve para la ciencia y del que se ha pasado completamente», explica José Vicente Casado. Tras más de diez años de peticiones gratuitas, sin ánimo de lucro, a diferentes instituciones públicas de la provincia, José Vicente, desde la asociación Promonumenta, ha visto en valde sus numerosos esfuerzos. «Quizá la gente se pregunte por qué con cuatro piedras se quiere levantar un museo, pero es un patrimonio muy importante que se ha demostrado en infinidad de congresos. Prueba de ello es que gente de Europa y de todo el mundo ha venido a hacer estudios a León». Durante su infancia y juventud, José Vicente recorría los alrededores de su pueblo natal Valdesamario en busca de fósiles en las minas pizarreras y carboníferas o en la cementera de La Robla. Además de estos restos de organismos conservados en piedras y rocas, José Vicente cuenta también con una amplia colección de minerales como piritas de Puebla de Lillo de las minas de talco o aragonitos entre otros de la provincia de León. Un trabajo de investigación sobre dinosaurios durante varios años en Estados Unidos le sirvió para darse cuenta de la verdadera importancia que tenían sus piezas. «No puedo llegar a entedener esta situación. Pude ver que fósiles o piedras que aquí están abandonadas en el campo, allí se encuentran en museos tan importantes como el Museo de Nueva York o en el Smithsoniam de Washington». Toda su colección se encuentra distribuida en una habitación de su casa y «desgraciadamente» en un almacén, situación de la que ya está cansado: «siento que esto no es mío, es de todos». Para que veamos que no habla por hablar, José Vicente nos muestra un fósil, aparentemente insignificante, que conserva en perfecto estado la estructura de la araña: «esta pieza significa el origen de los arácnidos». También ha encontrado gran diversidad especies nuevas de insectos, que ha donado al Instituto Geológico y Minero de España. Pero ésto no es todo, sus argumentos continúan con la aparición en León del diente del tiburón más antiguo o el seláceo también más antiguo de todo el mundo, que se encontró en León y ahora está en Alemania, y por ello se vuelve hacer la misma pregunta una y otra vez: «¿esto no es importante?». No existe nada comparable en todo el mundo «de esta calidad y de esta cantidad», que explique el origen de las semillas y de las plantas, y la evolución de la vida, recursos «más que suficientes» para hacer un museo o parque geológico que presente a los leoneses y al resto de la gente la riqueza de su provincia. José Vicente establece un símil con el Museo Jurásico de Asturias en el que se expone el patrimonio paleontológico asturiano, «con cuatro huellas de dinosaurios, que han encontrado, han levantado un museo inmeso». Con este ejemplo de divulgación de un recurso patrimonial, José Vicente se pregunta cómo en León con la riqueza de fósiles de la era Paleozoica que tiene no se hace nada. Su planteamiento se basa fundamentalmente en la construcción de un museo, incrementando la oferta cultural de la provincia leonesa y generando nuevos puestos de trabajo. En todo este tiempo, desde Promonumenta José Vicente Casado Martínez ha presentado su propuesta, en la que cede gratuitamente todo su patrimonio geológico correspondiente a la provincia de León, en numerosas ocasiones a la Junta de Castilla y León, a los diferentes partidos políticos y a la Diputación, que han hecho caso omiso de sus súplicas. Entonces, ¿qué institución es la encargada de velar por este patrimonio? El meteorito que cayó en Palencia en enero de 2004 es un ejemplo más del desinterés por este patrimonio. La Asociación de Astronomía de León, en la que trabaja José Vicente, participó en la búsqueda de este fragmento de cuerpo celeste. «Nos llamaron de toda las universidades del mundo porque querían conseguir una pieza». A pesar de su importancia, todo el equipo decidió donarlo a la provincia de León porque es donde merecía estar, para ello hablaron con el encargado del Observatorio, José María Rodríguez de Francisco, pero desde entonces no han recibido ninguna respuesta. Ante este silencio el destino final será la Universidad de Berkley, quien ha financiado sus estudios. Con una actitud tolerante, reconoce que la provincia de León posee un patrimonio muy rico y comprende que es imposible abarcarlo todo, pero reivindica que es un trabajo prácticamente hecho, «es muy fácil. Por ejemplo, en el Museo de las Ciencias de Barcelona te presenta un fósil de una semilla en una vitrina con un deuvedé explicativo y la gente se maravilla, pero como está aquí no vale». Y matiza que en León «se presentan este tipo de proyectos, pero si los políticos no ven el negocio, pues no se hace». El último intento que se plantea José Vicente es ofrecer un margen de tiempo de un año para que estas instituciones se lo piensen y reflexionen sobre el futuro de este patrimonio peleozoico. Si finalmente la propuesta es rechaza de nuevo, se baraja que el destino final del conjunto histórico leonés sea Madrid o Francia, donde ha recibido numerosas invitaciones. «Me han llamado de Tokio y de Suiza para hacer exposiciones de paleobotánica. Pero personalmente creo que ésto no se puede hacer porque es un patrimonio de aquí», recalca José Vicente. No obstante, Casado Martínez no pierde las esperanzas y espera que en este tiempo, los responsables recapaciten para que la historia de León no salga fuera de sus fronteras.