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La aprobación del Estatuto llega al Congreso

Los pasos para la creación de la comunidad de Castilla y León continuaron, a pesar de no contar con el respaldo de la mayor parte de la población leonesa gracias a los oficios desde Madrid del leonés Rodolfo Martín Villa

EP

Publicado por
DAVID MARTÍNEZALBERTO FLECHA | texto
León

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Los Estatutos de autonomía de las nacionalidades y regiones españolas fueron elaborados primero en estos ámbitos, para que una vez producido este paso, tuviera lugar la aprobación o denegación -y en este caso la consiguiente devolución a su lugar de origen- en el Congreso de los Diputados. En el caso del correspondiente a Castilla y León éste último trámite comenzó el 26 de enero de 1983, con el debate y posterior votación en Pleno. Dicha discusión tuvo como protagonistas fundamentales a los diputados leoneses José María Suárez representante del Grupo Popular y a José Álvarez de Paz del partido socialista. El parlamentario de Alianza Popular pidió la supresión de las referencias a León que había en todo el articulado, para lo que se basó en la encuesta realizada por la Diputación Provincial de León a los municipios, donde el apoyo a la opción defendida por el estatuto debatido era minoritaria. Por todo ello concluyó que el deseo de los ayuntamientos era que León fuera una autonomía uniprovincial. La réplica del diputado socialista se basó en estimar jurídicamente nulos los acuerdos a favor de la autonomía leonesa de la Diputación y de algunos ayuntamientos, puesto que se habían producido en una fase en que el proceso autonómico ya estaba en el Parlamento. Habla Rodolfo Posteriormente solicitó la palabra Rodolfo Martín Villa que argumentó que en la primera etapa del proceso autonómico ningún partido político se manifestó en contra de la unión con Castilla, y que su grupo -como representante que era de la UCD- se posicionaba a favor del dictamen de la Comisión de las Autonomías y de la consolidación del Estado autonómico. A estos argumentos rebatió José María Suárez arguyendo que los acuerdos de las corporaciones locales nunca son firmes y que las actuales aspiraciones de León se ajustaban a la Constitución. Horacio Fernández Inguanzo -diputado comunista asturiano- señaló, por su parte, cómo su grupo había defendido la integración de León en la comunidad autónoma de Castilla y León desde la primera etapa del proceso autonómico. A continuación se votaron las enmiendas presentadas al Estatuto, las preparadas por el Grupo Popular fueron rechazadas en su totalidad, por ejemplo, la que pretendía la supresión de toda referencia a León obtuvo 186 votos en contra, 98 a favor y 11 abstenciones. Alrededor de las nueve de la noche se procedió a la votación del proyecto de Estatuto de Castilla y León que logró 208 sufragios favorables -los grupos socialista y centrista-, 100 abstenciones -el grupo popular-, cuatro en contra y dos nulos. La satisfacción del Gobierno fue expresada por el ministroTomás de la Cuadra Salcedo debido a la aprobación de los cuatro Estatutos de autonomía que estaban pendientes, lo que prácticamente cerraba el proceso autonómico con las excepciones de Ceuta y Melilla. La aprobación definitiva del Estatuto de autonomía de Castilla y León por el Congreso tuvo lugar el 22 de febrero de 1983, después de que se introdujeran diversas enmiendas en el Senado, lo que permitió su acceso a la autonomía mediante el artículo 143 de la Constitución. De la misma forma se procedió con los respectivos de Madrid, Extremadura y Baleares. Otro tema tratado en esa fecha fue la incorporación de Segovia a dicho ente autonómico, al ser rechazadas las enmiendas de Modesto Fraile y Carlos Gila. Además, Manuel Núñez sustituyó a Rodolfo Martín Villa como diputado.