Volkswagen Jetta, tres cuerpos

Se diría un Passat de tamaño reducido, el Jetta viene a ocupar, no sólo el puesto que dejara libre el Bora, también una «histórica» denominación en las gamas del fabricante germano. Desembarcará este próximo octubre en el mercado español con cuatro motores (dos gasolina de inyección directa y otros tantos gasóleos) y dos acabados (Trendline y Advance). Para diciembre está prevista la llegada de otros dos gasolina (2.0 FSI 150 CV y 2.0 FSI Turbo 200 CV) y para principios de 2006 ya estará disponible el 2.0 TDi de 170 CV que se estrenará en el Passat. Estructura tres cuerpos de 4,56 metros de largo, amplio interior (mayor que el del Golf) y con 527 litros de capacidad de maletero, el Jetta se presume como una de las grandes apuestas de VW en uno de los segmentos de mayor incidencia comercial y donde el nuevo Jetta tendrá que vérselas con enemigos tan correosos como el Mégane, el 307, el C4, el Focus, incluso su primo-hermano el Golf... y tantos otros como el lector guste de añadir. Incluso podría permitirse «tutear» a otras realizaciones de mayor enjundia (Alfa 159, Volvo S60...). Con un estética «fotocopiada» del Passat, su hermano mayor, el Jetta pone su punto de inflexión en la clásica arquitectura de las berlinas tricuerpo (maletero separado) solución tradicionalmente muy bien aceptada por el usuario español y que permite holgadas soluciones de habitabilidad en un interiorismo al que, además de una innegable confortabilidad, no le faltan tampoco argumentos tan contundentes como -ya se ha dicho- sus «panorámicos» 527 litros de maletero (la mayor capacidad del segmento) ampliables hasta 1,9 metros de largo sui se abaten los respaldos de los asientos traseros. Para que se hagan una idea: nuestro protagonista ofrece, en su maletero, 72 litros más que el anterior Bora, 177 más que el Golf... y 52 litros más que el Passat, con ser apenas una veintena de centímetros más corto que éste. Por aquello de no traicionar el espíritu de marca, el interiorismo del Jetta respiraVW por sus cuatro costados: practicidad, calidad de materiales y ausencia de elementos superfluos, muy al estilo Golf, con un completo equipamiento de serie y la posibilidad, poco habitual en las berlinas de tres cuerpos, de abatir asimétricamente los asientos traseros. Técnicamente similar al Golf, el Jetta se ofrecerá inicialmente con dos motores de gasolina -uno de ellos con inyección directa FSI- y otros tantos gasóleos. Los primeros, que cubican 1.6 litros en versión de 8 y 16 válvulas, rinden 102 y 115 CV, mientras que los turbodiesel «directos» (bomba-inyector) sensiblemente más broncos que sus competidores de rampa común y siempre sobre la base 1.9 litros rinden 105 y 140 caballos, según se trate de la culata de dos o cuatro válvulas por cilindro. Las cajas de cambio son manuales de 5 o 6 marchas y también existe la posibilidad opcional (ver cuadro de precios) de elegir la afamada caja automática DSG que tan buenos resultados viene dando en cuantas realizaciones del Grupo VW viene montándose. En suma, que la amalgama de sensaciones, y adopciones técnicas del Jetta, acaba por llevarnos a un coche eminentemente práctico dotado de un completo equipamiento de serie (6 airbag, ABS, ESP, climatizador, radio CD, elevalunas, suspensiones deportivas...) y con argumentos para luchar en uno de los más correosos escalones del mercado.