Honda FR-V 2.2i CTDI... otra dimensión

Muchas gracias tienen que darle los nipones de Honda a su motor turbodiesel de 140 caballos. Tantas, que el tetracilíndrico en cuestión, es el responsable de buena parte de las ventas del fabricante en Europa, también en España. Un mercado, ya se sabe, ciertamente proclive a este tipo de mecánicas y que llega a absorber hasta el 70% de las ventas generales. De forma que Honda no podía dejar pasar más oportunidades... Y no las ha dejado. Con el aluminio como bandera tecnológica, apoyándose en la tecnología de rampa común, el turbocompresor de geometría variable, en el intercambiador térmico y en la culata multiválvulas; Honda «nos entrega» 140 impecables caballos y 34,7 metros/kilo de par medidos a sólo 2.000 vueltas, capaces de mover con soltura la tonelada y media (larga) de un coche capaz para seis plazas. Un cambio manual de 6 velocidades, una contenida rumorosidad, se diría en total ausencia de vibraciones, y una remarcable viveza dinámica acaban por configurar un conjunto que se conforma con poco más de media docena de litros (6,3 homologados por el fabricante) cada centenar de kilómetros. Es decir, que con sus seis plazas, el FR-V i-CTDi acelera mejor y consume menos que la mayoría de sus rivales de cinco plazas, incluso se desmarca apreciablemente de algunos de ellos. Además, con todo el papel vendido en sus seis asientos, nuestro protagonista dispone todavía de 439 litros en el maletero, ampliables a 1.049 si se abaten los asientos posteriores. Eso sí, «fiel» a las modas últimamente imperantes en la industria, el FR-V adopta -dichosa adopción- una rueda de repuesto de emergencia. El equipamiento de serie es muy completo, contándose con ocho airbag, control de tracción y estabilidad VSA, alarma, climatizador automático, elevalunas eléctricos en las cuatro ventanillas, control de velocidad de crucero, radio con CD y mandos en el volante. La versión alta de gama (Execuitve) incluye la tapicería de cuero, navegador, cristales tintados, techo solar, llantas de aleación y faros de xenón. Las previsiones de fabricante apuntan hacia la venta de 2.000 unidades en año, con la «curiosidad» añadida de asegurar en nuestro mercado un rápido abastecimiento de piezas, habida cuenta que la central de recambios para el sur de Europa está en Barcelona. En suma, que el FR-V adquiere una renovada dimensión con el motor turbodiesel de última generación que, dicho sea de paso, se ha convertido en toda una perla en los catálogos del fabricante nipón.