¡Vivan los novios!

A medio camino entre Pedro Almodóvar y Luis García Berlanga, el fotógrafo murciano Juan de la Cruz Megías ha dedicado los 26 últimos años de su vida a viajar por los pueblos (su especialidad es la provincia de Murcia) con el fin de captar situaciones curiosos, disparatadas o delirantes que se producen en las bodas. «Yo pacto con los novios; les digo: os hago las fotos normales y luego me divierto; si os gustan os las quedáis y, si no, me las devolvéis», explicó este foto-reportero de 46 años, quien acaba de publicar el álbum Vivan los novios (La Fábrica Editorial), con texto del dúo de humoristas Gomaespuma. Compuesto por una selección de cerca de 130 imágenes -ha estado presente en más de 2.500 enlaces-, el volumen incita a la sonrisa, la carcajada y, a veces, al sonrojo y al estupor. «Hay quien piensa que mi intención es reflejar la España profunda, pero yo no busco nada eso, simplemente hago 'clic'», afirmó. «No creo que haya que recorrer el mundo para conocerlo; basta con saber mirar, lo que pasa es que eso no se aprende; se tiene o se tiene». Premio al mejor porfolio en el certamen FhotoEspaña 2000, Juan de la Cruz comenzó su oficio a los diecinueve años. El primer estudio lo montó en su pueblo, Cabezo de Torres, a cinco kilómetros de Murcia. «Con la ayuda de Marian, mi mujer, transformados lo que era una panadería en un estudio fotográfico; a mí no me gustaban las bodas, pero enseguida me di cuenta de que era el camino más seguro para ganar dinero».